Querida Agustina
Yo hablé con Eugenio Trías tiempo después de nuestro abandono del Opus. El me insistía mucho en que se sentía asfixiado por la praxis sobre las obligaciones de ser numerario. Yo le insistía en que los mandos eran muy pragmáticos y cuando un numerario era importante política o económicamente, le permitían vivir a sus anchas. Eso me pasó a mí, por ejemplo.
En el opus todo es funcional a los intereses del mando. Te puedes saltar casi todo si proporcionas poder político o económico. Y le puso ejemplos de gentes como Rodriguez Casado, Pérez Embid o Fontán, solteros de oro, que administraban su propia libertad. Pérez Embid, por ejemplo, tenía una mesa reservada a su nombre todos los días en un conocido restaurante de Madrid. La buena vida de aquella gente inspiró a Torcuato Luca de Tena para definir al opus: "El opus, decía, es un ten con ten entre el cilicio y el Remy Martin"
Un abrazo
Alberto Moncada