La obsolecencia no planificada del Opus.- Atomito
Fecha Monday, 04 February 2013
Tema 010. Testimonios



La mayoría de las cosas hoy día se fabrican con la filosofía de la “obsolecencia programada”. Hacer que duren poco así la gente tiene que volver a comprar una nueva versión al poco tiempo. El Opus en cambio, Dios lo creó para que durara para siempre y no necesita aggiornarse, porque sus miembros son ciudadanos comunes que evolucionan junto con la sociedad. Eso era lo que Escrivá repetía y que en otras épocas yo me creía, pero hoy en día los problemas de obsolecencia lo están matando.

“El Opus llegó con un siglo de anticipación” fue el comentario que según Escrivá le hicieron en el Vaticano cuando llegó a Roma a  buscar la aprobación de la Santa Sede. Lo que le faltaba decir para terminar la frase, es que llegó con un siglo de anticipación a una organización que tenía un milenio de atraso...



Entre los muchos problemas de obsolecencia que tiene y que se han comentado muchas veces en esta página me quería centrar en 2: el papel de la mujer y la actitud hacia los homosexuales.

En la sociedad occidental, la mujer fue un ciudadano de segunda categoría hasta no hace mucho. El voto lo consiguieron hace cosa de un siglo. El acceso a la educación superior también es algo relativamente reciente. La iglesia, con el milenio de atraso del que hablábamos, todavía discrimina a las mujeres abiertamente: no se pueden ordenar, ni administrar sacramentos, ni ocupar cargos de dirección importantes (salvo el caso de la Abadesa de Las Huelgas, de la que se ha hablado mucho en esta página los últimos tiempos, pero que es la excepción que confirma la regla).

En este tema, el Opus está a tono con la iglesia. Las mujeres en el Opus no pinchan nada, y son las encargadas de las tareas más serviles (la famosa administración). Como hoy en día la gente no es religiosa y a nadie o casi nadie le interesa ordenarse ni hacer carrera eclesiástica, no ha habido mayor rechazo al tema de la no-ordenación de las mujeres o no dejarlas gobernar.

Pero en otras denominaciones cristianas (como los anglicanos, que no están tan lejos de la iglesia católica) ahora las mujeres y los homosexuales se pueden ordenar. De modo que es una tendencia que llegó para quedarse y que se ha filtrado a religiones fuertemente tradicionales.

El tema de los homosexuales es distinto. Hace 100 años se los discriminaba abiertamente, pero hoy en día eso está muy mal visto. La mayoría de la gente (al menos en los países occidentales) está de acuerdo en no hacer ninguna diferencia entre el matrimonio heterosexual tradicional y el homosexual. Una sociedad donde cualquier discriminación o crítica al homosexual se vea con tan malos ojos como una actitud racista, el Opus sí tiene un problema.

Hace unos meses, la recién nombrada rectora de la Universidad de Montevideo (obra corporativa del Opus) dijo en un reportaje ampliamente difundido, que el homosexualismo es una anomalía y que la preferencia sexual en la universidad se tiene en cuenta a la hora de designar profesores. El escándalo inmediato que se armó, terminó en que la rectoría se la dieran a otra persona y a que la universidad saliera publicamente a desmentir los dichos de Rovira. Hace poco hablé con un amigo numerario y le pregunté qué pensaban en el Opus del tema. Me dijo que Rovira cometió un grave error al hacer esas declaraciones, que lo que dijo era verdad, pero que no podía andar haciendo esas declaraciones. En definitiva, los miembros de la obra tienen que ser astutos cuando hablan publicamente, tienen que ser hábiles en lo que dicen y cómo lo dicen. El Opus no va a salir a quebrar una lanza por un miembro que diga una verdad que comprometa a la institucion (a Rovira la dejaron sola). Una actitud propia de políticos corruptos que tienen cosas que ocultar.

Pero imaginando el mundo dentro de 50 años, cuando a nadie se le ocurra hacer ninguna diferencia entre la gente por su preferencia sexual, qué va a hacer el Opus? Sería algo así como que en el Opus hoy en día no dejaran pitar a los negros. El rechazo que generaría en la sociedad sería inmenso. El racismo (y cada vez más la homosexualidad) son esas cosas que despiertan reacciones emocionales muy fuertes en la gente. Con esa obsesión que hay en el Opus con el sexo, se imaginan lo que sería dejar pitar de numerario a abiertos homosexuales? Tanta preocupación para mantener las 2 secciones separadas, para que no haya la más mínima posibilidad de tentación, cómo tener bajo el mismo techo gente del mismo sexo pero con tendencias homosexuales?

En la medida que estos problemas de obsolesencia no le son exclusivos, sino que los comparte con la iglesia, y dado que la iglesia aún mantiene su cuota de poder e influencia en muchos países, los problemas por ahora son bastante manejables. Pero el futuro es cada vez más negro. Lo de “ciudadanos corrientes en medio del mundo” cada vez es una mentira más grande, que al final no se la van a creer ni ellos mismos.

Atomito







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