Nuestros puntos de vista son muy diferentes. Respeto los de ustedes y repito lo que dije en mi post anterior, comprendo a todos.

Mi postura es la de una persona que a lo largo de tantos años NO ha pasado por lo que la mayoría de los que escriben en Opuslibros ha pasado estando dentro del Opus Dei. No estoy tratando de defender nada. Estoy en mis cabales. Puedo decir que a mí nadie me presionó en nada. Recuerdo que a los 16 me explicaron lo que significa hacer la Oblación y estuve de acuerdo y ahora sigo estando de acuerdo, no me he arrepentido ni lo he puesto en tela de juicio y así con la Fidelidad y con todo lo que sigue en esta larga trayectoria. Considero que mi actitud no corresponde a la de una persona ciega, fanática, adormecida por la inercia etc...

A mí, nadie “me hizo creer” nada, yo fui creyendo con la libertad que una persona de 17 o 23 años puede tener. Qué quieren que les diga, yo jamás escuché decir que me condenaría en el caso de no seguir adelante, ni que nadie se condena por ser infiel. He escuchado decir otras cosas al respecto, en meditaciones o charlas, pero jamás he escuchado que alguien que no perseverase se condenaría, eso nunca.

Quizás, pienso que de hecho, influye mucho el modo de ser de las personas. Cada uno es un mundo tan diferente. Me refiero tanto a los que mandan (en la Obra) como a los “súbditos”, a los “ex” y a los “in”, cada uno somos tan diferentes. Al leer Opuslibros siempre he pensado, según sea el testimonio, que en algunos casos yo habría respondido con otra actitud; otros casos me han ayudado muchísimo a lograr que “la historia no se repita” en mí y eso ha sido la gran ayuda de Opuslibros para mi vida.

No he visto que se demonice entre las más jóvenes los actos que una adolescente puede hacer como son salir con sus amigas, tener una pandilla… lo de hacerse manitas o darse un tímido beso las chicas con chicos, según el comentario de Apócrifa, no cabe cuando se ha entregado el corazón a la edad que sea, bien sea a Dios o a un hombre, creo que en eso estamos de acuerdo. Y, salgamos de la ingenuidad, sin dar un tinte demoníaco al asunto, yo conozco, lamentablemente, a chicas de esas edades que son unas fulanas y a chicos de esas edades que son unos verdaderos frescos y esto ha ido in crescendo, cada vez es peor en ciertos ambientes por no decir en la mayoría de los ambientes, así es que no seamos ingenuos en defender lo contrario y pintar las relaciones entre adolescentes de color de rosa porque actualmente no es así en la mayoría de los casos y si se tiene dos dedos de frente, se opta por advertir a chicos y chicas sean o no de la Obra, cómo debe ser un comportamiento decente, cristiano, limpio sin darle ningún carácter demoníaco.

Debo decir que considero inexacto cuando Apócrifa afirma que sólo te relacionas con los mismos o las mismas, hablas de lo mismo, te olvidas de los que eran tus amigos, incluso pasas años sin ver a tu familia, sin visitar a tus padres o a tus hermanos porque eso no lo vivido en mi trayectoria opusdeística (como dicen ustedes), yo sigo manteniendo relación con varios de mis amigos de infancia y adolescencia. Ahora, mis padres ya no están, pero en su momento, mis hermanos (que no eran de la Obra) y yo fuimos uno solo cuando se trató de ayudarlos en su vejez. Hubo turnos de atención y compañía cuando fue necesario y yo fui una más, jamás evadí esa responsabilidad y estando en la Obra, todo no fue más que ayuda lo que recibí durante los años en que mis padres estuvieron enfermos, uno después del otro, en total, unos 20 años de atención a ellos y de ayuda del Opus Dei. Escribo este testimonio que es tan personal y tan privado para hacer ver que no todo lo que en Opuslibros se afirma como cierto, lo es.

Por otra parte, Apócrifa, todos sabemos que en el Opus Dei hay un sistema de vida, hay una praxis que se va conociendo más profundamente conforme pasa el tiempo. No es posible que te sorprendas cuando dices que te “mandan” a un curso anual que por supuesto es con el Opus, donde te manden y con quien te digan que has de estar. Los cursos anuales son un medio de formación propio del Opus Dei, al que van las numerarias/os cada año como su nombre lo indica y nos reunimos numerosas gentes de todos los centros y ahí está precisamente lo simpático del asunto, que no sabes con quién te tocará y hay sorpresas muy gratas en la mayoría de los casos. Esto es el ABC de la formación que se recibe apenas pides la Admisión. A mí y a las numerarias que conozco nos presentan cada año la lista de cursos anuales del año para que escojamos y nos apuntemos a ir al que queramos. Será una prerrogativa de mi país? No lo creo, más bien creo que se hace así en todas partes del mundo. Ves cómo no tienes razón en tu afirmación?

Estoy totalmente en desacuerdo con tu penúltimo párrafo, lástima que no me da el tiempo ni el espacio para decirte por qué, creo que cae por su propio peso. Por último, te digo que la libertad no sólo reside en los ámbitos del conocimiento y de la economía.

Yoda, eso que tú viviste hace años ha cambiado (me refiero a cuando dices: sino que te encuentras con un auténtico bombardeo que te intenta orientar hacia lo que es “la única posibilidad que existe” y que es la de permanecer dentro de la Obra a cualquier coste). Yo he podido verificar el cambio. No sé si se deba a tantos que testimonian lo mismo que tú por lo que se ha producido tal cambio, o a la natural madurez que la Obra a adquirido, lo cierto es que yo he visto no seguir en la Obra a gente de 15 o 18 años y nadie les ha dado ninguna “guerra”, nadie las ha presionado para que se queden, nadie les ha mencionado la condenación eterna, no han seguido simplemente. Es más, ahora mismo una, no tan joven que no siguió desde hace tres años, trabaja eventualmente para mi Centro y tiene una relación normal con las numerarias de mi centro. No voy a repetir lo que te dije en mi anterior correo. Hablo en base a mis vivencias no en base a una teoría. En mi trayectoria no he visto jamás a nadie suicidarse por presiones. Me gustaría responderte con más calma y tiempo.

Por último, hago alusión a la respuesta de Agustina al final del post de Gaudi. Quiero decir que los chicos no piden permiso a sus padres para hacerse del Opus Dei. Más bien diría que lo hacen con conocimiento de sus padres, es decir, su libre decisión es conocida por los padres quienes tienen todo el derecho de aconsejar y decirles lo que les parece. En una palabra, si antes se consideraba una medida de prudencia no avisar a los padres sobre las intenciones de hacerse del Opus Dei, ahora es todo lo contrario: los menores de edad piden la admisión con conocimiento de sus padres, sin esa condición no podrían pedirla.

Un abrazo, y un Feliz Año a todos

Calandria