He leído lo que escriben y coincidimos en que la cosa esta mal en la Obra.

Pero aunque queramos no podemos dejar de ser Opus Dei porque somos Opus Dei.

Si un número de personas se han hecho de las riendas y están manejando las cosas hacia otro lugar es que dejaron de ser Opus Dei.

Los centros, las casas de retiro, la casa central no son el Opus Dei y tampoco los que viven en ellos si no mantienen el espíritu de nuestro Padre.

Podrán criticar a estas personas pero no son el Opus Dei porque este es un ESPIRITU y el espíritu no ocupa lugar.

Nuestro Padre dijo que iba a existir la Obra por los siglos.

Mi pregunta es quienes lo van a continuar, los que viven en los centros o los que están afuera, porque independientemente de todo Dios existe, la gente se tiene que salvar y hay que conseguir que estén en gracia.

A alguno le interesa continuar con lo de nuestro Padre, a mí sí independientemente de estos directores que, como el Titanic siguen dirigiendo el barco hacia el iceberg. Lo que importa es el espíritu de la Obra continúe y habrá una reforma igual que hubo en tantas instituciones.

Si quieren un consejo júntense, hagan el Opus Dei y olvídense de estos personajes.

Yo soy numerario, este año ni me llamaron, ni me saludaron por Navidad no saben si estoy vivo o muerto, no contestan mails nada Como a un tumor cancerígeno me aislaron, pero el Señor me da la claridad suficiente para seguir. Y les digo son 43 los años que soy numerario, y seguiré Dios mediante.

Un abrazo a todos y aprovecho para mandarle un saludo a Sergio Dubrosky que lamentablemente no sé dónde está.

Au19