…como la Iglesia quiere ser servida.- Sancho1964
Fecha Friday, 14 December 2012
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


“…como la Iglesia quiere ser servida”

Sancho1964, 14/12/2012

 

En mi último escrito comentaba como, tras el  paso por el opusdei, muchos exnumerarios se alejaban de la Iglesia o veían enfriar su fé (Heraldo, yo sí conozco a varias personas en México que no solo se han alejado de la Iglesia, sino que ahora profesan alguna otra religión extraña…; es solo cuestión de buscar a viejos amigos. Ya tendremos ocasión de coincidir y hablar de ésto).

 

Ahora pienso que me he quedado corto: el alejamiento de la Iglesia y de la fé católica no se da cuando uno despierta y sale –huye- de la obra, sino desde el momento que uno decide escribir “la carta”: desde ese momento, o antes, de alguna manera logran que la obra sea lo importante y que el amor a la Iglesia sea opacado por el amor a su madre guapa.  Valga un ejemplo: recuerdo que mis padres –supernumerarios- viajaron a Roma en el año 67 ¡del siglo pasado!; tuvieron la oportunidad de estar en una audiencia con el papa Pablo VI y también fueron recibidos por el fundador. Yo –niño- recuerdo perfectamente la ilusión y cariño con el que hablaban del ya santo en vida, de su cariño, los regalos que les ofreció… Y del papa, nada de nada...



Para mí, entrar en el opusdei significó dejar de asistir a misa -o cualquier otra actividad- en mi parroquia, y juzgar a los que participaban en ella como “mochos” o “ratones de sacristía”; yo, en cambio, había pasado a ser un “laico común y corriente”(¿¡!?). Esto por no decir todos los cambios que conlleva ser numerario: la sustitución de la verdadera amistad por una fraternidad interesada y cómplice; un rechazo al propio discernimiento y actuar en conciencia por una obediencia y sumisión a lo dicho por los directores; una filiación a el “padre” que está sobre la filiación a Dios, etc., etc. Si juntamos todo ésto, creo que ya se está dejando de ser cristiano. Recuerdo que era común que se explicara, en mis años de numerario, que la Iglesia no siempre entendía a la obra y su proceder… (y por esto yo claramente entendía los párrocos, obispos y el papa… , solo faltaba decir que Dios tampoco la entendía del todo).

 

Un par de anécdotas recientes que ejemplifican la manera en que el opusdei sirve a la Iglesia.

 

1.- Sucede que en la parroquia en la que acostumbro asistir a misa organizaron una Capilla de Adoración Perpetua: si alguien lo desea, escoge una hora en la semana y se compromete a asistir cada semana sin faltar (o buscar un sustituto). Y yo me dije a mi mismo: "Sancho, si tú no te apuntas, ¿en dónde está tu fé...?" Total, que me apunto y, para que valiera la pena, elijo a las 3 de la madrugada. Como me vieron muy comprometido, me piden ayuda para coordinar la capilla; me dije a mi mismo, "Sancho, si tú no te cooperas con tu parroquia, con los tuyos, ¿quién...?" Total, que me apunto.

 

Desde luego que siempre faltan personas... El párroco nos dice que busquemos entre la feligresía. Así que, recordando mis épocas de numerario ejemplar, abordé después de misa a un joven (¿23 años?) y después de explicarle el tema de la capilla, me dice: "Me parece muy bien, gracias por la invitación, pero ya estoy asistiendo a los medios de formación en un centro del opusdei, y tal y tal..." Estaba preparado para todas las respuestas, pero esa no me la esperaba... ¿Acaso no sería lógico que justamente porque asiste a los medios de formación del opusdei se sintiera más comprometido con su parroquia, con los suyos...? Me quedé sin palabras; solo me salió un "gracias" diluído. Y recordé entonces perfectamente cómo me alejaron poco a poco de mi parroquia: desde que pité hasta que despité: jamás, jamás, jamás participé en alguna actividad entre parroquianos -mis iguales-, y menos di un centavo para apoyar a mi parroquia (desde luego que organizábamos el catecismo en alguna iglesia de un barrio perdido, pero era solo el pretexto para “enganchar” a los amigos y, una vez enganchados, los alejábamos de nuevo de la parroquia, de cualquier parroquia...).

 

2.- Mi esposa, que también se apuntó a una hora en la capilla, le dice a su hermana numeraria que le gustaría poner un cartel sobre dicha capilla en el centro de la obra –labor de “san Gabriel”- cercano a la parroquia: posiblemente alguien que asista a los medios de formación se pudiera interesar, colaborar, participar... ¡Qué ilusos! Por supuesto que la respuesta fué: "No, no acostumbramos promover en los centros de la obra actividades que no sean propias y menos actividades parroquiales. Aquí tenemos nuestra capilla y nuestra adoración… No es nuestro estilo y tal y tal..."

 

Para ellos es incompatible comprometerse con el opusdei y comprometerse con la parroquia (Iglesia): dedicarle tiempo -y dinero- se ve mal, no es lo suyo…; está claro que esa “partecica” de la Iglesia se siente muy bien si se le compara e identifica con ella, pero compartir –dinero, personas e ideas- con ella no es lo suyo, y si lo tolera, es porque va a sacar algún beneficio.

 

Entonces resulta que, así las cosas, para los miembros del opusdei (y ya se ve que hasta los que asisten a sus medios de formación), la parroquia y sus actividades no solamente no son su asunto, sino que promueven la no asistencia ni cooperación con su iglesia particular.

 

Para mí está claro: el asistir a los medos de formación del opusdei de alguna forma te aleja de la parroquia y, al alejarte de la parroquia, te aleja un poco de la Iglesia (¿sectarios)?, y al alejarte de la Iglesia de alguna forma te aleja de Dios (aquí aclaro: estar cerca de Dios no requiere de la Iglesia, pero para un católico es indispensable saberse cerca de ella; ¿qué tan cerca? Eso ya será decisión personal).

 

Reflexiones de otro día cualquiera...

 

Saludos,
Sancho1964







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