Hola,

Llevo algún tiempo entrando en esta web, por mis inquietudes respecto al Opus Dei. Tengo a mis hijas en un colegio de la obra. Y aunque es verdad que conozco gente maravillosa dentro de ella. Hay cosas que me siguen produciendo rechazo.

No quiero extenderme mucho. Pero he visto que hay una discusión animada sobre la Iglesia católica en sí, y su "afinidad" con el Opus Dei.

Me vais a perdonar mi atrevimiento, pero sin ser un gran erudito, tengo algunas cosas claras a este respecto, o por lo menos así lo son para mí.

Lo que de verdad busco en mi vida, es algo que comparto con mi mujer, y así lo quiero para mis hijas. Es el amor de Dios...

Para esto yo he encontrado mi camino en el catolicismo, pero no soy tan necio para pensar que este es el único camino, quien ha leído un poco, sabrá que santos hay en todas las religiones. Y este punto es donde tengo mi mayores reticencias respecto al Opus Dei. Creo que tiene un fondo bueno. Pero les ha perdido la arrogancia. Están tan convencidos de que el suyo es el único camino, que son cerrados a este respecto. Y no solo eso, sino que, y esta es mi percepción, en muchos casos ponen por encima al propio Opus antes que a Dios. Y me explico. Por los comentarios que he leído, así como por mi propia experiencia, en general, manipulan en la medida en que consideran oportuno, si sacan un provecho para el Opus. Y en el fondo me dan pena. Porque ellos piensan estar haciendo lo correcto. Pero si tuvieran de verdad un tiempo de meditación, se darían cuenta de que no es esto lo que Dios quiere. Nuestro Señor Jesucristo, no utilizó nunca la mentira ni el engaño. Esas son las armas del demonio. Lo que Dios quiere de nosotros, siempre, es ser honestos y humildes. Han perdido hasta tal punto su humildad, que hablan mucho más de Escrivá que de Jesús. Y esto me produce especial pena en los sacerdotes. Porque llegará un día en que Dios les preguntará, ¿difundiste mi palabra? y responderán que hablaron de San Jose María y de la obra, y Dios les preguntará ¿Pero hablaste de Mí a los hombres? No se si tendrán clara la respuesta a esta pregunta.

No quiero parecer arrogante, y procuro no serlo. Me gusta hablar a la gente de Dios, porque conozco algo increíble y quiero compartirlo. Ellos parece que hablan a la gente de la obra, para demostrar lo buenos que son y lo cerca que están de Dios.

Y como algunos comentan. Esto mismo podría estar pasando dentro de la Iglesia. Y lamentablemente, en algunos casos será así.

Pero mi postura a este respecto, es donde difiero un poco de las opiniones que estoy leyendo. No me esfuerzo en hablar sobre ello, ni ver donde está el problema o que creo que se puede cambiar. Mi forma de ayudar, es rezar. Por la Iglesia. Por el Opus. Pedirle a Dios que me guíe por el camino correcto, a mí y a todos aquellos por los que puedo pedir. Y dejar el resto en manos de Dios. Todos aquellos que no están haciendo lo que tienen que hacer, y sobre todo, haciéndolo en el nombre de Dios, su castigo tendrán, llegará un día en que tendrán que rendir cuentas.

Me gusta hablar de Dios. Pero no de como lo está llevando en el día a día esta institución o esta otra.

Me gusta hablar de la misericordia de Dios. De la humildad que espera de nosotros. Leer a Santa Faustina. Ejercitar la confianza en Dios. Y abandonarse a él. Meditar sobre las cosas, sobre las que yo hago y las que hacen los demás. Ver en que puedo mejorar. Arrepentirme de las cosas que no estoy haciendo bien.

A veces nos perdemos en las reglas, en las instituciones, en las representaciones materiales. Y se pierde la escencia de lo que realmente se busca. Dios. Para mí, eso es lo realmente importante. Todo lo demás surge de él. Quien realmente se refugia en él. El que ha sentido a Dios, en esos momentos de recogimiento verdadero. Se da cuenta de que esa añoranza de Él es lo que nos mueve, y esa debe ser nuestra motivación. Entonces entiendes Su grandeza, y nuestra insifnificancia.

Escribo esto con toda mi humildad, con el único animo de dar mi opinión a este respecto, y por si a alguien le pudiera ayudar. Quizás este no sea el foro. Yo he tenido una reconversión hace poco, y procuro no perder la esencia de lo que he encontrado, y no dejarte llevar por este mundo materialista que nos consume, y que nos lleva siempre al egoísmo, y a pensar siempre en uno mismo, antes que en los demás. La gente siempre tiene la palabra Yo en la boca, yo necesito, yo quiero, yo soy. Yo no estoy de acuerdo con lo que hace el Opus, o la Iglesia. Tengo mucho que mirar en mí mismo, y en lo que debo mejorar. Intento rezar y pedir por ello. Por supuesto no soy un santo, y también tiendo a la crítica, pero no quiero perderme en eso.

Me he extendido demasiado. Lo siento. Y pido disculpas si ha alguien le ha podido molestar algo de lo que yo haya dicho.

En el nombre de Dios.

Camimando