Dionisio en su brillante escrito del miércoles, pone con muchísima calidad y diplomacia el dedo en la llaga: estamos discutiendo sobre la validez de la doctrina católica, pero de cuál? Cuando Jose Knecht y Rescatado argumentan, en realidad lo que dicen es incompatible con encíclicas papales y con lo que se enseña en el Opus. Todos se consideran católicos, pero todos dicen cosas absolutamente distintas.
¿A usted no le simpatiza la interpretación clásica del relato del Génesis sobre la creación del hombre porque se contradice con lo que sabemos por la ciencia? Ningún problema, tenemos para ofrecerle la version “science compatible” que Rescatado le puede explicar. ¿Usted quiere hacerse sacerdote pero quiere casarse y tener hijos? Ningún problema, hágase pastor anglicano primero, y luego pídale al papa para pasarse a la iglesia católica. ¿Usted quiere divorciarse pero seguir siendo católico? Vea nuestros paquetes de “declaración de Nulidad del matrimonio”. ¿Usted quiere ser católico practicante sin tener que dejar de ser multimillonario ni darle nada a los pobres? Ningún problema, hágase supernumerario del Opus Dei. ¿Usted tiene en cambio preocupaciones sociales por los pobres y las injusticias en Latinoamérica? Tenemos para ofrecerle la version “teología de la liberación” que le trae todo lo que usted precisa. ¿Usted es un fanático ultraconservador e integrista? Tenemos para usted la vocación de numerario del Opus Dei, y si usted es suficientemente fanático y obediente, hasta puede llegar a director e incluso consiliario.
Si la religión católica es la única verdadera y fue revelada por Dios, no puede ser que existan tantas versiones de ella, totalmente incompatibles entre sí. Una cosa es que hayan distintas espiritualidades, con religiosos que viven aislados en conventos, laicos que trabajan en asuntos profesionales y sacerdotes que se dedican a labores pastorales. La doctrina esencial tiene que ser la misma. No puede ser que haya un tipo diciendo que si no vas a misa el domingo y te morís sin cofesarte, te vas a condenar eternamente en el infierno, a pesar de que le hayas dado de comer al hambriento, mientras que otro tipo dice que si sos como los fariseos, cumpliendo fórmulas religiosas, pero no le das de comer al hambriento te vas a ir al infierno. Las diferencias son enormes, y además no son puramente teóricas, no estamos hablando de si la virgen fue concebida con pecado original o no, estamos hablando de qué es lo que Dios quiere que hagamos para irnos al cielo.
Los argumentos de Rescatado, Daneel y José Knecht suenan mucho más razonables que los absurdos que nos enseñaban en los cursos anuales, pero como observa Dionisio, sus opiniones personales no son la religión católica oficial, no es lo que dicen los documentos pontificios ni lo que dicen los que cortan el bacalao en la iglesia.
De modo que la conclusión de todo este debate, es que cada uno puede pensar lo que quiera, tomar lo que le sirva y tratar de vivir una vida que tenga sentido, lo haga feliz y le permita vivir en paz con las demás personas. Pero pretender que hay una verdad absoluta, revelada por Dios, que la iglesia enseña y que está clara para todos los que quieran buscarla, es una gran mentira. No nos vengan a dar cátedra de teología.
atomito
PD. Gracias JM por tu observación sobre los hermanos de Beethoven. El escrito lo escribí en el aeoropuerto mientras esperaba el avión, y no me tomé el trabajo de confirmar cuántos hermanos tuvo Beethoven porque estaba pendiente de no distraerme y perder el avión. Pero tenés toda la razón, debería haber confirmado el dato de mi memoria antes de mandar el artículo.
