De administraciones y Manolitas.- Maripaz
Fecha Monday, 29 October 2012
Tema 077. Numerarias auxiliares


Tengo que reconocer que me he reído con Gervasio y su visión de la Administración. No puedo evitar que me caigan bien aquellas personas que ironizan y sacan lo divertido de las situaciones, quizá he sufrido demasiado y ahora necesito sonreír sin más complicaciones.

Vayamos por partes. Por supuesto que la tan cacareada familia de vínculos sobrenaturales más fuertes que los de la sangre, es una falacia más dentro de la Obra. La vida de los centros de la Obra, nada tiene que ver con la vida familiar de cualquier ciudadano normal. En mi historia, he contado, como jamás me he sentido en mi casa aportando mi capacidad femenina creativa, en ninguno de los aspectos de las tareas domésticas a las que me he dedicado durante largos años dentro de la Obra. Todo estaba gestionado por las "Manolitas" de turno arrancando de cuajo la capacidad artística de cada una de las numerarias y auxiliares. Todo medido, pesado, cuadriculado, con criterios, con notas de Roma...

Así era imposible amar y trabajar con la elasticidad que da el cariño humano. Para amar a los tuyos no necesitas criterios ni fórmulas, simplemente le amas, sin más.

Yo ahora, por ejemplo, he aprendido a cocinar y disfruto muchísimo con ello. Cuando cocino para mí o mi familia, cuando vienen de visita, pongo una buena música de fondo, preparo los ingredientes mejores que mi situación económica me permite, y lentamente, como un alquimista, voy fusionando sabores. A los pocos instantes se funden olores, sabores y notas musicales y es toda una delicia cocinar de esa manera.

¡Ah! que distinto era cocinar en la obra...

Siempre he considerado la cocina como el trabajo de la administración más duro. He venerado siempre a esas mujeres que se dejaban la piel para sacar la comida de cada día adelante. Siempre oliendo a filetes, a cebollas, a ajos... solo con una buena ducha y llegando tarde a la tertulia se solucionaba el problema. Más de una vez el agotamiento las llevaba a echar una cabezada por lo insulso de la conversación del momento.

Comprendo a Gervasio, y con él a todos los numerarios que han tenido que padecer muchos "huevos con pomada" en su vida. Es muy complicado ese mundo que se rige por parámetros para nada igualables a los de las familias normales.

Comprendo a Carocha, que quizá dejó alguna hora de trabajo en la administración poniendo todo su empeño.

Me conmueve la ingenuidad de "Resopón" y el ideal que tiene de la administración.

Me rio una vez más con la reivindicación que hace Gervasio de la liberación que ha supuesto para él vivir sin administración.

Me identifico con la experiencia de Mediterráneo.

Respecto a que la administración nunca puede quedar mal... he conocido a mujeres muy competentes en su trabajo y mujeres nulas y chapuceras. Por consiguiente, la repercusión que tenía en la residencia su trabajo, era como en cualquier empresa humana. El que tenía la suerte de tener buenas profesionales al otro lado, tenían la vida resuelta; los que tenían la desgracia de tener gente incompetente y sin demasiados conocimientos en materia profesional, o gente demasiado "talibán de la doctrina" que vivían una a una las indicaciones sin hacer nunca trampa, era un suplicio vivir allí. Siempre por encima la doctrina cargándose la humanidad de cualquier acto hacia los demás.

No es verdad que la administración fuera un mundo perfecto. Como una empresa humana con personas llenas de defectos pero con capacidad de amar, tiene sus cuotas de éxito y fracaso al cincuenta por ciento cada una de ellas. Nos hicieron creer que éramos insustituibles, la columna vertebral, y toda esas milongas, para poder manejarnos mejor como esclavas abusando de nuestra ingenuidad. ¡Fuera el mito!

El problema es que todos hemos sido manipulados, utilizados, adoctrinados... Da lo mismo que fuera en la administración que en la residencia.

Nos vendieron una ideas que hicimos nuestras, carne de nuestra carne, la mayoría de las veces no tuvimos tiempo por nuestra juventud de experimentar otras, y así vivimos largos años en una burbuja que mina los afectos puros y nobles de los seres humanos.

Seria muy extenso hacer un estudio más completo sobre la administración que forma ya parte de mi pasado no muy lejano y que no me apetece por salud moral, recordar con pelos y señales.

Simplemente quería aportar mi granito de arena sin intención de polemizar ni molestar a nadie.

Con cariño.

Maripaz









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