No estoy preparado todavía para escribir una biografía de mi vida y mi experiencia. La verdad es que estoy muy tocado por lo que me han hecho. He conocido en la Obra gente estupenda de la que guardo un magnífico recuerdo, otras han sido canallas y malas personas. Sería poco maduro decir que sólo hay gente estupenda o sólo hay gente malvada... En todos los sitios, religiosos o no, hay hijos de satanás como en todos lados. Lo que pasa es que, en teoría, alguien que comulga cada día, reza un montón y procura tener una vida ordenada conforme a la moral católica, es menos probable que suceda el ser un mal bicho...

Pero en la Obra los hay y muchos. He sufrido amenazas, ataques, desprecios, un despido y toda clase de perrerías por parte de esta gente. Extienden sus tentáculos por donde pueden y quieren y los que están dentro como numerarios, agregados y supernumerarios de a pie, no se enteran de nada. De cara a la galería todo parece estupendo, pero la verdad es que se convierte en una piedad vacía asediada por el cumplimiento de toda una serie de rutinas (incluidas las normas) que no permiten nada. Cualquier salida de la raya es una “compensación”. Y no.

Uno se convierte en un auténtico esclavo de las rutinas y la cosa no puede ir a peor. A mí, han conseguido desquiciarme, sacarme de mis casillas y quedarme totalmente y, con perdón, en bolas. Sin dinero, sin trabajo, sin amigos y siendo raro de narices. Suerte de mi verdadera familia, que me apoya en todo y me quiere con locura. Dejé el asunto hace ya unos meses y no ha sido fácil. Si quieres irte y estás metido en el ajo hasta los tuétanos, que sepas que perderás el trabajo, ganarás enemistades y vete a saber. No es una decisión fácil y entiendo a aquellas personas que piensan en el 'qué será de mí' porque yo he pasado por lo mismo durante más de un año, pero una cosa es cierta y hago un guiňo a una película y una serie. La película es Matrix... Cuando Morfeo le dice a Neo que sólo le ofrece la verdad (más que verdad yo hablaría de realidad). La serie es Expediente X... La verdad está ahí fuera.

Que cada uno haga lo que quiera. Espero salir de esta algún día. Puestos a salir de la Obra, también podría haber buscado una coyuntura socioeconómica más favorable, pero la verdad es que a lo hecho, pecho. Ahora soy libre, ahora puedo llevar el timón de mi vida, ahora puedo ser realmente yo mismo. ¿Qué me queda? Acabar de coger las riendas de mi vida y someterme a un proceso de socialización tranquila. He tocado fondo y, cualquier cosa positiva que me suceda, será mejor que el Infierno en el que vivo.

Saludos a todos,

Supradynactivo