Gracias Gervasio porque me he reído mucho con tu Manolita. Yo fuí una de tantas Manolitas que durante 40 años aterroricé o hice feliz, dependía de muchos factores a muchos numerarios como tú, y a partir de ahora la llamaremos Dña Manolita. Respondo a tu pregunta ¿las numerarias pueden acceder libremente a su Manolita? Esta pregunta tiene 2 respuestas.
La primera, es que las Dñas Manolitas no quieren administrar casi ninguna su propio centro porque ven la cara de sus victimas-hermanas mientras desayunan, comen, meriendan y cenan y ven su disgusto o su cara y eso no lo resiste casi ninguna Dña Manolita. Por eso la delegacion casi siempre cambia a las numerarias que viven en un centro a administrar otro -como si fuera de varones- para que no vean la cara ni oigan las quejas de sus hermanas-victimas.
La segunda respuesta es que tampoco tienen libertad para acceder a la cocina, ni hacerse una cena distinta de la que hay fría, reseca y que convenientemente se calentará en el microondas por una inexperta o por otra Dña Manolita que, aunque sabe hacerlo bien, está muy harta de estar en la cocina -eso dice ella, pero entonces qué hace tanto personal y una de las numerarias auxiliares que trabaja en la cocina...- por lo que tampoco le pone emoción a la cena.
También he conocido Dñas Manolitas que daba gusto que hicieran ellas la cena porque eran ideales. Todo en su punto y... las he visto. pero pocas y las puedo contar con una mano en esos 40 años de servicio, nuca mejor dicho. De vez en cuando hay una numeraria atrevida y antes de la oración pone una lavadora con su ropa y antes de desayunar la pone en la secadora para que al terminar de desayunar se la lleve rápidamente a su habitación y así no le hagan una corrección fraterna diciéndole que es una falta de pobreza poner una lavadora con tan poca ropa y una falta de confianza en no fiarse en Dña Manolita para encargarse de su ropa. Aunque nunca llegué a entender qué tenia que ver la confianza en Dña Manolita con el pijama y otras menudencias.
Los domingos y festivos las numerarias tienen acceso al planchero y pueden lavarse o planchar su ropa sin preguntar a la directora si pueden hacerlom porque cada una puede cuidar de su ropa "individual" y " preciosa", pero es lo único que hacen. Nadie es tan valiente que se atreva a decir "la comida rica del domingo la hago yo" por muchos motivo,s pero las numerarias son durísimas con la comida, es el único placer permitido en el Opus Dei y se quejan o se levantan a por fiambre o yogures si no les gusta o lo dicen a la cara.
¿Cómo consiguen liberarse de ese tormento continuo de no saber qué van a comer, mal cocinado, que tampoco saben lo que cuesta y ser felices? muy sencillo, ¡hacer lo que hacen los numerarios! A todo el personal que conocen le dicen ¡¡¡quedamos para comer!!! y así se escaquean las comidas uno y otro dia y van de restaurante en restaurante y, si son profesionales más fácil y si son Dña Manolita dicen ¡me quedo en el trabajo a comer! y se hacen ellas allí su huevico o su filetito reciente comprado por ellas y al punto.
Creo que aclara tu asunto pero como ves la administracion tiene muchos secretos.
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