Catequesis en América, pero al estilo de los conquistadores españoles
Atomito, 12/10/3023

La página de “Catequesis en América” que Agustina publicó el lunes, confirma fuera de toda duda que las cosas que se denuncian en esta página semana a semana, no son malas acciones aisladas de personas concretas, sino que son el fiel reflejo del espíritu del Opus Dei.

El argumento de que el Opus es bueno, y el espíritu es bueno, pero las personas concretas pueden cometer errores y equivocarse por no seguir fielmente el espíritu, se cae cuando uno lee en una publicación escrita para dar catequesis, para formar a los miembros, que el mismísimo fundador empleaba los métodos que se denuncian aquí.

El extracto de “Catequesis en América” muestra la lógica retorcida de Escrivá: por un lado dice: “Esto se puede hacer? Pues no, no se puede hacer” pero inmediatamente agrega:“Por qué lo hice? No sé, era cosa de Dios”. Lo que para cualquier persona normal está mal,  cuando lo hace él es diferente, porque él es un elegido de Dios, Dios se manifiesta a través de él y todo lo que él hace es un reflejo de la voluntad divina y sirve de guía y ejemplo para los demás. Esta actitud le permite en definitiva justificar cualquier cosa. Con ese tipo de lógica podríamos canonizar al mismo Hitler.

Otras conclusiones que se pueden extraer son:

1. La afirmación tantas veces repetidas por Escrivá de que “las puertas están abiertas de par en par para salir” es una reverenda mentira. Si él mismo va en persona hasta el fin del mundo para agarrar a golpes y traer a la fuerza a los que se quieren ir, de qué “puertas abiertas” está hablando????

2. Que cuando se trata de proteger los intereses del Opus Dei, está bien golpear a la gente (y si no es pecado pegarle a alguien cuando es por el bien de la obra, que tan pecaminoso puede ser decir una mentira o no honrar a los padres...?)

3. Que en la obra no hay votos ni botas ni botines ni botones, pero un chico de 14 años que firma una carta de incorporación debido a la presión que le hacen individuos mayores de edad, tiene 2 ataduras: una con Dios y otra legal.

4. Que lo que le quitaba el sueño a Escrivá no era la salvación eterna de sus hijos, sino la salud de su obra. Si es una ofensa a Dios el irse de la obra, una persona que regresa obligada sigue estando en pecado, porque lo que cuenta es la intención, que Dios conoce. Así que cuando fue a buscar al hijo suyo que se quería marchar, no lo motivaba el bien del chico, sino el suyo propio.

Cómo puede la iglesia declarar santo a un energúmeno así? La maldad del sistema es extrema. Como muestran las historias de Victor, Pixie y Manzano, a un chico de 14 años que hayan captado a través de sus colegios y centros

1. lo obligan a entrar
2. le dan la única opción de miembro célibe
3. no lo dejan salir
4. si al final logra salir, luego de años matándose por la organización, se va sin nada, porque cuando entró firmó un contrato que estipula que entregas todo y no tienes derecho a nada

La gente que escribe en esta web y rescata  “las cosas buenas que tiene el Opus Dei” o no saben de lo que hablan o son cómplices. No me cabe otra explicación.

Atomito