Ya vale de reverencias y miedos.- Carmen Charo
Fecha Monday, 17 September 2012
Tema 105. Psiquiatría: problemas y praxis


Pensando, con todo respeto creo que piensas demasiado y sacas conclusiones tu solito, además de leer lo que no está escrito. Victor no dice que padece ninguna enfermedad sino que los psiquiatras de la Clínica Universitaria de Navarra, ¡los de la CUN!, le diagnosticaron…. En tu escrito ya has decidido, ¡lo ves clarísimo! que lo más probable es que Victor sufriera dicho trastorno por una falla bioquímica. Piensas con la misma cabeza que los psiquiatras de la CUN, que sólo valoran el tratamiento farmacológico y reducen al alma humana a compuestos bioquímicos. Viven en la Edad de Piedra. No comparto en absoluto tus conclusiones. Las veo erróneas y humillantes, llenas de miedo para con el monstruo que se permite usar de la vida humana como le da la gana, actualmente y en el pasado. Opuslibros no pierde credibilidad condenando duramente el caso de este buen hombre, más bien Agustina es heroica al publicarla y santa al publicar la tuya. Yo no tendría tanta paciencia.

De Victor tenemos datos, y sabemos todos ¡todos! a ciencia cierta que son miles los que sufren de igual manera, muchos sin llegar al suicidio, por suerte. Ya vale de miedo! Ya vale de hacerle reverencias al Opus Dei. Aquí nadie ha dicho que la culpa de la vida espantosa que ha llevado Victor hasta su muerte sea del Opus Dei. Sí, absolutamente sí, que son responsables de haberle presionado de forma bestial a los 14 años para que pitara y haberle atemorizado muy por encima de su capacidad psicológica a los 16 años por abandonar la obra, contando además con el añadido de la presión y disgusto de sus padres, hecho aberrante. El señor Antonio al que dirige su carta de despedida es bien responsable del infierno que ha vivido Victor. Teniendo en cuenta que este señor tiene como trabajo profesional el proselitismo feroz, y cuenta en su haber con cientos de conversaciones con adolescentes similares a la que mantuvo con Victor. Lleva decenas de años de director, no debe de cumplir los 60, y ahí sigue. Debe de ser muy eficaz.

Me viene al recuerdo aquel sacerdote, director en una delegación que obligaba a las directoras a que pitaran niñas absolutamente inconscientes diciendo alto y claro que no importaba que no perseveraran. Lo importante era que dejaran algo en la obra: trabajo, dinero, amigas, madres o padres como posibles contactos para lo que fuera o pitajes… Así funcionan los directores, ¡usan a las personas como si fueran pañuelos de papel!. Eso hicieron con Victor!!! Si genéticamente estaba predispuesto a padecer lo que fuera, quien apretó el botón provocándolo es responsable, porque además lo apretó de forma inhumana. ¿No has leído en su carta que 4 chicos de su tiempo siguen en la actualidad con tratamiento psiquiátrico? ¿Es que el Opus Dei tiene un imán especial para los genéticamente dados a padecer enfermedades mentales? ¿no será que lo provoca? Victor habla de sus ingresos hospitalarios y de haber conocido a miembros de la prelatura, y dice en concreto: personas que habían entregado su vida a la Obra, y a quienes ésta había exprimido, coaccionado y utilizado, habiéndose convertido en enfermos mentales. Yo viví la misma experiencia en mi ingreso en la CUN

¿Y qué decir de la CUN? Ya he dicho antes que para ellos la persona humana es un saco de productos químicos. Yo sufrí durante 7 años una depresión. Durante 5 años me trató una psiquiatra de la CUN, y ya he contado antes aquí que estuve dos meses ingresada en la planta de psiquiatría de la clínica. A mi me retuvieron en la obra todos esos años convenciéndome de que padecía una enfermedad crónica y Dios me bendecía con ella. Me tocaba llevarla con generosa entrega. Hasta que no serví para nada, hasta que no me levantaba de la cama ni era capaz de sacar adelante ningún trabajo. Entonces, las directoras tramaron el plan con la psiquiatra, que envió a la delegación un informe médico mío, a mis espaldas (si hubiese tenido conocimiento de ello en su momento la hubiera podido denunciar y esta buena señora hoy se dedicaría a hacer ganchillo, pero no se volvería a poner una bata blanca porque eso es delito, pero sigue siendo práctica habitual). Casualmente entonces yo sólo padecía una simple depresión, no endógena, sino por causas externas. En vez de hacer examen, de hablar a fondo conmigo, de ayudarme a ver qué me aplastaba… lo que hicieron fue darme la patada, mandarme a casa de mis padres con lo puesto. Así que en mi opinión la seriedad médica de los psiquiatras de la CUN es nula. Son un brazo largo del Opus Dei, donde se controlan las almas, se les condiciona para que hagan lo que conviene, bien sea perseverar como sea, drogados o atemorizados, o se les echa como hicieron conmigo. Por eso Pensando, tu correo me parece perverso o si eres inconsciente, muy dañino. Por favor, no sigamos exculpando al Opus Dei por miedo. Ya vale!!

Un abrazo
Carmen Charo









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