Muy estimada Agustina: sin quitar la importancia ni el dramatismo del caso, quiero poner de relieve la cautela requerida para opinar y juzgar el caso y la carta de Victor porque él mismo declara padecer "trastorno limítrofe de personalidad".
Aunque éste puede detonarse (normalmente "no causarse") por un contexto como el que se vive en la prelatura, lo más frecuente es que se debe a una falla bioquímica, posiblemente heredada, que lleva a quienes padecen este trastorno, a un serio y generalizado modo de procesar la información, por lo que tienen una desproporcionada hipersensibilidad ante las fallidas percepciones que ellos opinan que tienen los demás sobre su propia bondad y valía, y urden muchas maldades con tal de justificarse a sí mismos para aparecer con una bondad de la que piensan continuamente carecer, y eso les atormenta y lleva a buscar la compasión de otros, para lo cual actúan y construyen modos distintos de su personalidad original-habitual, mentiras, situaciones complicadísimas y graves para sostener las cuales tienen comportamientos erráticos que "terminan en relaciones inestables con otros. Esto intensifica sus sentimientos de vacío, ira y su desesperación por librarse de la culpa. Un paciente puede tener también períodos temporales sintiéndose suspicaz en relación a otros sin ninguna provocación (paranoia). Otra situación común pueden ser las rabietas y peleas físicas".
En fin, tienen un sinfín de actuaciones y situaciones por las que más vale ser muy cauto en fundar una acusación a la prelatura por casos de este tipo de trastorno en que la escasa o nula credibilidad es altamente probable.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, (“DSM IV”) dice que en este cuadro clínico se presentan cinco o más de los siguientes síntomas de larga duración, persistentes e intensos:
- Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario
- Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación
- Alteración de la identidad: auto-imagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable
- Impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañinas para sí mimo
- Comportamientos intensos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación
- Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo
- Sentimientos crónicos de vacío
- Ira inapropiada e intensa o dificultades para su control
- Ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves
Tengo muy en cuenta el modo de ser de quienes padecen esto, porque una hermana mía lo padece desde hace más de 30 años, y para todos los que convivimos con ella, ha sido un tormento tras otro en un calvario sin término ni paz permanente. O sea que, cuidado porque también el crédito de Opuslibros está en juego, si se resalta de más un caso de una personalidad cuyo trastorno está exactamente en que exagera o inventa los desprecios de los demás.
Con el debido afecto y respeto al desaparecido, y también con el debido amor a la verdad, al prestigio tuyo y de todos los participantes de Opuslibros.
Cordialmente,
Pensando
