Me fui, sigo sanando heridas.- Samantha
Fecha Monday, 10 September 2012
Tema 010. Testimonios


Es la primera vez que hago una publicación en este espacio, desde hace algunos años me lo planteé (o mejor dicho me lo plantearon) pero por muchas razones no me atreví. Hoy lo hago porque con la perspectiva del tiempo me doy cuenta que la huella que mi pertenencia y salida del opus Dei han dejado en mí, es mucho más profunda de lo que pensé.

No he sanado muchas cosas y a decir verdad no sé si se llegué a una sanación total. Aunque los ángeles si existen, me refiero a ese amigo o a esa oreja que te escucha y a esos brazos que te estrechan cuando necesitas liberar dolor con lágrimas. Ese angelito llegó a mi vida y gracias a él encontré consuelo y mi fuerza interior para levantar la frente y tomar las riendas de mi vida, viviendo una libertad auténtica. Me atrevo a decir que esa libertad no la conocen en el Opus Dei. Gracias a mi experiencia en el Opus obtuve aprendizajes valiosos que me hacen vivir la vida con mayor plenitud. Y lo constato con otros "exes", tenemos un sello indeleble que es una visión nueva de la vida y nadie puede entendernos excepto otro "ex", siempre y cuando no se encuentre en la necesaria etapa de la justificación y culpa, que me doy cuenta, creo yo, todos vivimos.

Leí un par de veces el testimonio de Agustina, y me quedé atónita! Perfectamente podía firmar yo, me identifiqué plenamente con su proceso. Con la diferencia de que yo no conocí al fundador. Aunque creo que la mayoría somos el resultado de un proceso sistémico, fuimos "vocaciones" fabricadas, ¡lo veo más claro que nunca!

Cuando personas bienintencionadas me preguntan por qué salí de la Obra francamente no sé qué contestar ¿por dónde comenzar? Además, ¿realmente desean saber? y tampoco podía describir todo lo que viví. Aparte de que no lo entenderían muchas personas tampoco yo comprendía el verdadero motivo de mi dolor. Me sentía profundamente herida y decepcionada pero sobre todo, culpable. La depresión más profunda que he vivido fue en mis años en el CE (Centro de Estudios). ¡Qué sentimientos tan horribles! estaba totalmente despersonalizada, sin conciencia de mi propia existencia, sin ganas de vivir y tan sólo tenía 17 años casi 18. Ahora a mis casi 30 años nunca más he vuelto a sentir ese vacío. Entonces la enferma mental no era yo.

Apenas comienzo a asimilar las cosas y sobre todo a darme cuenta lo que muchos ya han escrito que NO SOY LA ÚNICA y que no soy una judas y que no fue mi culpa. Aún siento presión en el pecho al recordar tantas cosas. Y más aún porque tengo familiares muy cercanos dentro.

Tengo tanto que escribir, tanto que decir, pero no muy diferente a lo que otros han escrito incluso hace muchos años.

Sólo pretendo aprovechar este espacio para por fin hablar lo que nunca había hablado a modo de liberación. Encontrar tantos testimonios y tanta información tan clara me abrieron un panorama nuevo. Me parece fascinante estar en contacto con personas como ustedes porque sé que compartimos una nueva visión de vida y de espiritualidad, porque estoy segura que no ven en mi publicación un mail más, ven a una persona con su integridad e individualidad. Sé perfectamente de lo que estamos hechos.

Ya tendré oportunidad de escribir más.

Gracias a los valientes que se atrevieron a cuestionar, ustedes me inspiran.

Samantha









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=20200