Educación ¿en libertad?.- Ramón
Fecha Wednesday, 05 September 2012
Tema 100. Aspectos sociológicos


Quisiera responder a las notas de Antiguo y Class (29-08-12) sobre la coeducación:

 

No sé si este tema se puede sacar del contexto Opus / Educación religiosa en general / España.

 

Creo que ambos usan argumentos legítimos, pero insuficientes para justificar la educación separada como mejor opción para nadie. Yo he vivido la coeducación en el parvulario de las monjas (3-6 años), he vivido la educación homosexual en el colegio de curas (6-18) y de nuevo la coeducación pública en la Universidad (18-24). Mi esposa fue a las monjas, al instituto público coeducado y luego a la universidad conmigo, o sea que somos un ejemplo claro: da igual. Debo aclarar que soy hijo de docentes de la pública, así que vivo en la incongruencia...



A ver si de una vez aclaramos el mito de la "distracción" si conviven los dos sexos de los 12 a los 18 años. En mi experiencia adolescente (colegio monosexual) había gente distraída, gente normal y gente estudiosa. Los distraídos eran legión, y el número de suspensos en el bachillerato aumentaba con los años. También los alumnos que abandonaban el colegio por este motivo, y luego prosperaban en el instituto y la universidad. Pero la distracción estaba ahí, en la calle, en la casa, en las vacaciones, en la tele, en... El hombre se distrae con la mujer y la mujer con el hombre. Y con la literatura, el cine, las drogas, el juego, la vagancia.... A ver cuándo dejamos de ver a las estudiantes de instituto como Eva en el Paraíso. El rendimiento intelectual y académico depende de mucho más que del resto del alumnado. Por no hablar de la universidad. En la mía había un lugar llamado "el tocabolas" donde la gente iba a eso. Pues eso. Y rechazo de plano argumentos tan peregrinos como "el trabajar donde hay mujeres fomenta el adulterio..." joder, y el matrimonio, que es lo que hace los compañeros de cama más extraños. A ese paso, querrán hacer la ciudad de las mujeres, como en Arabia Saudita. O enviarlos a clubes donde sólo contacten con hombres en sus ratos libres...

 

Por otra parte, sería bonita la utopía de que "cada uno mande a su hijo donde quiera". Esto, en lugares pequeños es imposible, se elige como mucho entre dos o tres colegios, el público y algún privado. O ni eso. En segundo lugar, ¿de veras se cree alguien que el Opus - o cualquier colegio elitista - va a permitir la entrada a cualquiera? En mis tiempos, en los colegios de curas de postín había lista de espera, y entraban los hijos y hermanos de alumnos, o enchufados como yo. Y si alguien iba mal, se libraban de él. ¿Ahora no iba a ser así? Lo que no dicen es que todos los colegios concertados imponen una tasa (justificada o no) que en la práctica actúa como disuasión para los menos favorecidos. En España, los inmigrantes, problemáticos y quienes van mal en un colegio concertado, se concentran en la enseñanza pública, qué casualidad. Así que de libre elección, nanay: el pobre elige libremente las sobras.

 

El argumento sobre la "libre elección" en plan intelectual es como mínimo engañoso. Me deja perplejo que quienes niegan la libertad o la han negado con tanto interés, ahora resulta que la defienden. Hace falta cara dura. Para los no españoles (y para los españoles más jóvenes): hasta bien entrada la democracia, en España la religión católica y los contenidos católicos eran obligatorios en la escuela pública. Que los corifeos del Opus o de la iglesia católica hablen de libertad educativa, es bienvenido, pero vale lo que vale.

 

Veamos: el Estado democrático tiene todo el derecho (y la obligación, pues es un Derecho Humano) de garantizar la educación de los ciudadanos hasta donde se considere necesario. Fuera de lo cual, se considera que cada uno debe cuidar de sus hijos o de sí mismo (muy pequeños, en el caso de la pre escolar, o más grandes, en el caso del bachillerato, universidad o formación profesional).

 

Pero no cabe duda de que el Estado (democrático, repito) es quien debe dirigir este aspecto. La prueba negativa está en España: el estado abandonó la educación de las masas desde el siglo XV, con consecuencias nefastas que perduran hoy día. El contraste con Inglaterra, Escocia, Países Bajos, Escandinavia, Francia y Alemania es palmario. Y si hablamos de libertad, no se puede olvidar que fueron las florecientes escuelas, colegios y universidades que tenían esos países los que trajeron la Reforma Religiosa, y más tarde la Ilustración, y la democracia, mientras que España, Portugal e Italia se quedaban en oscuridades ignorantes, Inquisición y decadencia. Vamos, que mejor que el Estado se encargue, porque si no...

 

El Estado, como representante legítimo de la sociedad, debe decidir y exigir que se cumplan los objetivos docentes y educativos (lo cual, no olvidemos, tiene en sí mismo una potente carga ideológica, moral y ética). Los padres no tienen el derecho a condenar a sus hijos sistemas a educativos que los suman en la ignorancia o que les metan en la cabeza ideologías negativas para ellos y para la sociedad. Y pongamos como ejemplo los talibanes.

 

No es cierto que en España no se permita el Homeschooling. Se permite, siempre que el alumno se presente a sus exámenes de nivel y demuestre que está aprendiendo como debe. Lo que sucede, con frecuencia, es lo contrario: es cierto que en USA muchos padres, cada vez más, se inclinan por la educación en casa: claro, una minoría lo hace por la falta de nivel académico de la escuela, pero la mayoría son gente que vive en lugares remotos, o son creacionistas, o gente que teme la "conspiración liberal" que amenaza con pervertir las mentes prístinas de los buenos americanos, que portan armas y no creen en la seguridad social... Vamos, que en realidad se trata de algo que limita mucho más la libertad de los hijos. ¿Y de nuevo, no vemos que la socialización con otras otros chavales y chavalas, profesores, bedeles, libreros, bibliotecarios, pude aportarles tanto o más? ¿O es que el hombre no es un animal social?

 

Es absurdo el argumento de que "yo sé lo que tiene que aprender mi hijo y por tanto yo tengo todo el derecho a decidir lo que se le enseña en el colegio". Perdona, pero partes de una premisa equivocada: NO sabes a ciencia cierta qué es lo mejor. Así que no te líes. Y en última instancia, dado que vives en sociedad, mejor que cuentes con ella para la educación. El argumento de que "cada uno sabe lo que es mejor" es intrínsecamente falso, aparte de abrir la puerta a todo tipo de taras educativas (de nuevo, los talibanes de todo tipo). Y como ejemplo, el mío, que estoy deseando sacar a mis hijos del colegio concertado al que van. Comentario al margen: no entiendo que se diga que los colegios religiosos tienen su "línea educativa" "ideario" o "carisma" y a la vez se diga que un colegio público o una asignatura como Educación para la Ciudadanía "adoctrinan".

 

Es muy peligroso el argumento de Class de que los padres deben "conocer el apostolado" y que todos "indoctrinan". Ahí está la trampa: el delincuente dice "todos somos malos" "todo el mundo ha cometido algún error". Lo que tratamos aquí es que el Opus Dei, si puede, aprovecha el colegio para lavarle el cerebro a la gente, que es algo muy distinto. A mí me parece bien que cada colegio tenga su orientación, pero que se coma el coco a la gente, y peor aún a cargo del erario público. No es lo mismo, y nunca lo será. Repito: no existe el derecho de los padres a condenar a su hijo a una educación pervertida: me da igual que sea una comedura de coco para hacerse numerario, o cura, o Legionario de Cristo. Los padres no tienen tanta potestad sobre sus hijos.

 

En resumen: los colegios separados del Opus lo que pretenden es mantener una educación elitista y clasista, y crear semilleros de vocaciones numerariles, o en su defecto hordas de supernumerarios y colaboradores. Esto contribuye no sólo económicamente al sostenimiento del Opus Dei, sino que además le da una pátina de respetabilidad, una malla de relaciones que le mantienen a flote. No deja de sorprender cómo gente que escribe en esta web, que salió del Opus Dei porque no lo soportaba, envía a sus hijos a esos colegios... y luego se extraña de lo que pasa. Finalmente, os remito al brillante artículo de Josef Knetch de 31-08 sobre el Opus sociológico.

 

En fin: que Dios os guarde a todos, y en particular a los hijos del Opus Dei y sus colegios.

 

Ramón







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