"La Iglesia va 200 años por detrás de su tiempo". Esta frase caracteriza las declaraciones del Cardenal Carlo María Martini en la última entrevista [se encuentra tras el comentario del autor del blog] que le realizaron el pasado 8 de agosto.

La muerte del purpurado italiano, cardenal arzobispo de Milán, figura clave y emblemática del sector progresista de la Iglesia Católica, me ha llevado a reflexionar sobre la actuación de esta Iglesia respecto a diversos aspectos que nos suelen ocupar en esta web. Permitidme pues que los comparta con vosotros, con todos aquellos que tantas veces me habéis ayudado y me habéis dado palabras de aliento. Mis padecimientos obedecen a la actuación de esta "partecica de la Iglesia" que obra por obra y gracia de la Obra y también por obra de la voluntad de la Iglesia.

El cardenal Martini, gran teólogo y papable en varias ocasiones, ha sido un atrevido hombre de fe, capaz de decir siempre lo que realmente pensaba sobre la manera de obrar de la Iglesia Católica. Diversos medios de comunicación publican la última entrevista en la que Martini asegura que, sea por miedo o por acomodamiento, la Iglesia va 200 años por detrás de su tiempo, afirmación con la que estoy totalmente de acuerdo. La Iglesia "romana" circula a una velocidad muy por debajo de la aconsejada, en una sociedad cuyos cambios se producen con una aceleración cada día mayor en todos los ámbitos. Tanto en el campo tecnológico, como en el científico, el social, el moral, el económico, los cambios van tan rápido que, si la Iglesia no se pone al día, será imposible que el mensaje de Jesucristo llegue a gran parte de los fieles y por supuesto imposible que llegue a los que lo desconocen.

La iglesia romana está llena de politiqueos y envidias. Está afectada de una enfermedad llamada ansias de poder que cada vez la aleja más del mensaje primario de Jesucristo. La Iglesia romana fue capaz de inhabilitar varias veces (Pio XII, Pablo VI y Juan XXIII) a santos como el Padre Pio de Pietrelcina por sus ideas. Pero Jesucristo nos da y les da una lección inmejorable haciendo que este santo permanezca con el cuerpo incorrupto. Sin embargo, algunos siguen sin VER ni OIR. Algunos miembros de la curia romana siguen sin poner remedio a una de las grandes injusticias de nuestro tiempo: la existencia del Opus Dei. Con su consentimiento y su beneplácito, siguen aumentando las víctimas individuales y familiares de esta organización, que acumula poder y dinero ¿Tendremos que esperar 200 años para que desaparezca de la faz de la Tierra esta pesadilla? ¿No tiene la Iglesia romana suficientes testimonios? ¿Hacen falta más?

Perladeladratico