Queridísimo Carlos:

Qué bueno que hayas escrito para pedir ayuda!!! Ese creo que es el mejor signo de que “no estás perdido”. Pues yo creo que estás dando los primeros pasos para salir del pozo en el que seguramente sientas que te encuentras.

Yo pasé por una etapa de mi vida muy similar a la tuya: Opus Dei, depresión, pastillas (casualmente también lorazepán), salida de la obra, soledad, mucha soledad, alcohol, distanciamiento de mis padres y un largo etc. Todo muy similar. Inclusive también soy de Sudamérica, aunque de otro país. Es como si te lanzaras por una pendiente sin poder frenar, y por momentos solo deseando que se termine todo. En mi caso, espero que no sea el tuyo, incluso deseando la muerte. Pero…

La buena noticia: se puede salir de ello. No es fácil, por momentos se vuelve todo cuesta arriba, pero se puede, si lo sabré yo J !!!

Tú ya has dado el primer paso, que es pedir ayuda. No dejes de pedirla. A mí me sirvió mucho sincerarme con mis padres y hacerles saber lo necesitada que estaba de cariño. Muchas veces un abrazo de mi madre me quitaba las ganas de tomar una copa. Otra cosa que me sirvió, es hablar. Hablar mucho. Hay grupos en los que la gente con similares problemas se reúnen y comparten sus experiencias. Búscalos, en tu ciudad habrá seguramente más de uno. Conozco muchos casos de personas con problemas mucho más graves que los nuestros que han logrado salir adelante. Puedes preguntar a tu terapeuta.

Por último, también me ayudó participar de actividades sociales. Por ejemplo visitar enfermos, ayudar en los comedores de los barrios pobres, ir a cantarles canciones a los ancianos del asilo. Pues uno piensa que su vida no vale nada, pero cuando notas que con esa vida que tienes (y que por momentos desprecias) puedes hacer felices a los demás, entonces te empiezas a querer un poquito más. Te valoras más, y –por motivos que no logro comprender- de pronto te das cuenta de que en realidad ya no necesitas ni la bebida ni las drogas para sentirte bien.

La depresión se trata, necesitas ayuda médica, y en esto vas por buen camino. No dejes las terapias, lo que yo te cuento es como un complemento a ellas, no las suplantan.

Carlos, eres muy joven como para bajar los brazos. Tienes una vida entera por delante. Y si supieras… yo estuve con un hombre por primera vez ya pasados los 30 J No te tortures con este tema.

Y a los directores del Opus Dei, que seguramente conocen o conocieron a más de un “Carlos”, les preguntaría: ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo?

Mariade