Hola Argus,

Al leer tu contribución a esta web me acordé inmediatamente de algunas tertulias que tuve en el Opus Dei. Permíteme que use el ejemplo de tu escrito -no el de tu persona, pues no te conozco- para hacer unas reflexiones:

1) En los actos de gobierno de la Obra, siempre se "pensaba en plural" y con ello se diluía la responsabilidad de las personas que habían tomado una decisión. Por ejemplo, en los avisos del órgano superior al órgano inferior de gobierno siempre se redactaba así: "Les recordamos... les pedimos... hemos pensado..." Siempre me llamó la atención pues nunca se podía saber a ciencia cierta quién había tomado una decisión -a menos que tuvieras acceso al expediente que circula en el órgano que tomó la decisión-. De esta forma se creaba un "fuenteovejuna" en el momento de asumir responsabilidades. Es decir, si el órgano de gobierno tomaba una buena o mala decisión, la responsabilidad se comparte por igual. Esto obviamente impedía que algún director/a se acercase a la confesión acusándose de "haber tomado una mala decisión", pues como la decisión fue democrática -literalmente mayoría más uno- y no fruto del discernimiento personal, la conciencia se siente apoyada de haber tomado una decisión en grupo.

Qué tiene que ver esto con tu colaboración? Intentas diluir la responsabilidad de la crisis vocacional de numerarios en el Opus Dei -que dicha crisis EXISTE- alegando que la crisis vocacional es a nivel de la Iglesia Universal.... y afirmas que Desconcertado hace el ridículo al no haber demostrado que otras instituciones aumentan en vocaciones. Siguiendo tu línea de argumentación podríamos decir que cuando a la Iglesia le va bien, al Opus Dei le va bien. Y esa disposición mental, prácticamente elimina cualquier responsabilidad de personas que toman decisiones en el Opus Dei, pues al hacer depender la salud de la propia institución de la Salud de la Iglesia Universal, podríamos decir que el culpable de la presente crisis es el Papa y la curia romana.

Los números de vocaciones no son más que estadísticas, pero ciertamente sintomáticos. Es decir, cada institución es distinta, y depende de la santidad de sus miembros. Por el momento, el Opus Dei solo tiene clérigos santos, no hay laicos. Los procesos de Alexia, Isidoro, Dr. Cofiño, Dora del Hoyo, no han llegado a la declaración de venerables. Entonces la pregunta la plantearía al revés: qué es lo que falta de santidad en el Opus Dei que hay una fuga de vocaciones?

Tal vez más que culpar a la sociedad o a "otras instituciones de la Iglesia" te invitaría a reflexionar sobre el modo establecido por el Opus Dei para relacionarse con Dios. Por favor: no identifiques hacer media hora de oración a las 6AM con Santidad.

Al indicar que la crisis vocacional del Opus Dei es similar a la crisis vocacional de la Iglesia Universal impides que los directores/as realmente busquen en su conciencia si están actuando correctamente o no. Una pista puede estar en que es más fácil "hacer las cosas como siempre se han hecho" y de esa forma renuncian a un auténtico esfuerzo intelectual.

Para efectos de crisis vocacionales, te recomiendo los escritos de Joseph Ratzinger: "Introducción al cristianismo: la des-helenización de la cultura"; "La fiesta de la Fe"- capitulo segundo; Jesus de Nazaret, Tomo II, en donde se indica que Dios quitó el candelero de las Iglesias de Asia de las que habla el apocalipsis; (la interpretación del Papa a ese versículo puede aportar luz sobre las crisis vocacionales) y un libro publicado recientemente por Saint Agustine Press, inspirado en el Discurso de Ratisbona: "Gained Horizons: Regensburg and the enlargement of the reason" donde se exponen las diferencias entre religiones que ponen el acento de la relación con Dios en los comportamientos morales y las religiones que intentan conocer al Logos. Tal vez, y de forma atrevida, en el Opus Dei falta Logos y sobra comportamiento moral/social.

2) Otra cuestión importante: una persona, una empresa, una institución empiezan a cambiar cuando reconocen los errores que cometen pues de lo contrario, no pueden cambiar. Al excusarse afirmando que la crisis vocacional del Opus Dei es igual a la de la Iglesia Universal, nunca podrán empezar a cambiar, pues no podrán, bajo esa perspectiva, reconocer los propios errores. Y ese reconocimiento es vital para empezar a cambiar.

3) El Opus Dei es joven, jovencísimo, no tiene 100 años. Veremos si puede pasar la prueba del tiempo.

Saludos,

Seimud.