Se autodefine católica crítica, dice que vio a la Virgen y lleva 65 años explicándolo. Ella es Angela Volpini y no se cansa de contar y difundir el mensaje que recibió de la Señora cuando de niña, allá por 1947, pastoreaba las vacas de su familia por unos prados de la Lombardía. ¿Cual es ese mensaje?: ¡Gozad de las maravillas del mundo!

La antítesis de lo que nos enseñaron en el Opus Dei. La antítesis de la teología de la culpa y de algunos oscuros siglos de la historia del cristianismo y de la humanidad.

“Estás llamado a ser feliz en esta tierra. Eres único y singular. Sé fiel a ti mismo. Eres bueno en esencia. Tienes la facultat de amar y puedes elegir amar”.

Ese mensaje sí refleja la verdadera historia de AMOR, el mensaje original de Jesucristo.

Una entretenida e interesante entrevista en la que Angela narra cómo dedica su vida a transmitir el mensaje divino, el mensaje del AMOR que la Virgen le reveló: ser uno mismo, amar y gozar de la vida. Una experiencia que cataloga como una felicidad imposible de describir y sintió a la vez como la Humanidad se Realizaba.

La llevaron al psiquiatra, al obispo, la tuvieron 40 días encerrada y sometida a un proceso eclesiástico... (suena familiar, verdad?)

Su obispo, queriendo pilotar la situación, le dijo que para creerla ella debería obedecer ciegamente al prelado. Ella le contestó que no, que no iba a obedecer ni a él ni a nadie, porque de todas formas no se la iban a creer. Ella sólo quería contar la verdad.

Los psiquiatras dijeron que la niña era normal: “la niña está sana y no miente, pero no podemos evaluar su experiencia”.

Y desgrana más el mensaje:

“Todas las maravillas de esta tierra han sido creadas para ti: gózalas en cuerpo y alma. Eres la máxima fantasía de Dios, encarnas la creación divina y la despliegas.”

Quiero destacar algún apunte de maravillosa importancia, conceptos contenidos en las palabras de la vidente y en su discurso:

- Resalta que, de lo que está más contenta después de esos años de difusión y trabajo, es haber ayudado a la gente a reconocer su valor, su singularidad.

- De su experiencia a lo largo de esos años, ha constatado en los moribundos: “a todos les invade la paz y eligen amar, entienden finalmente la vida, instantes antes de morir.

- Concluye: “Sí,... si amamos ¡vivimos para siempre!”

Explica al final una emocionante anécdota: aquel obispo que la interrogó, antes de morir la quiso visitar y se sinceró y le dijo: “ Al terminar de preguntarte,...” ¡reconocí en ti la libertad !”. Y añadió: “¡Y entendí que sólo tenía autoridad sobre los cobardes!”.

Mejor teología que ésta no existe, ésta no nos hace sumisos, ni nos reprime, ni nos hace temerosos del horror. Desarma el patológico control de las almas. Ese mensaje jamás será entendido por el Opus Dei, en todo caso lo manipulará a su estilo para adaptarlo sectariamente. Ni que decir tiene que algo así más bien les horroriza, pues les echa por los suelos su espíritu. Y efectivamente, ellos sólo tienen poder sobre los cobardes, aunque ya se encargaron de formar primero escrupulosas conciencias reprimidas y cobardes. Es la otra cara de la moneda de la humanidad, la de los miserables psicópatas que se auto-erigen como voceros de Dios.

Personalmente me creo más a Angela Volpini que la palabra de 100 Escribas.

Manzano.