Kaiser: ¿Te amenazaron o te emborracharon?.- Fueraborda
Fecha Wednesday, 06 June 2012
Tema 010. Testimonios


Convendréis conmigo, lectores de opuslibros, que los escritos de Kaiser se caracterizan por una peculiaridad muy marcada: nunca se sabe exactamente lo que nos quiere transmitir. En un fantástico estilo, armoniza filosofía y poesía, impregnando su discurso con una fuerte carga de humanidad. Mantiene su línea argumental como suspensa en las nubes, costándole bajar al asfalto donde estamos el resto de los mortales, debatiéndonos entre el sí y el no, el blanco y el negro. No hace falta ver su firma para reconocer a Kaiser en sus escritos.

 

Ni por millones de dólares hubiera sido capaz de redactar un escrito de rectificación tan falso, tan frío, tan cínico, tan ordenado, tan formal, tan concreto, tan preciso, tan bien estructurado… En fin, que ese documento, más parece haber salido por ejemplo, (y es sólo un ejemplo) de las manos de un envarado abogado tipo OPUS, que del caótico, original, cariñoso y desenfadado padre de familia y amigo Kaiser.

 

Cuéntanos: ¿Te emborracharon? ¿Te hipnotizaron? ¿Te amenazaron? ¿Te apuntalaron? ¿Qué hicieron contigo? ¿Quién fue?

 

Sea quien sea el autor de ese documento, no ha estado muy espabilado, ya que la verdad es muy fácilmente demostrable, tan fácil como inspeccionar las denuncias registradas en las oficinas del ministerio de Trabajo. Tu rectificación, Kaiser, escandaliza a los de dentro y a los de fuera. Y somos miles los que podemos aportar nuestro propio testimonio

 

Este es el mío:

 

A petición de la obra y durante veintisiete años, me dediqué profesionalmente y a tiempo completo a trabajos internos. Durante veintiséis años y medio, no tuve contrato, ni sueldo, ni fui dada de alta en la seguridad social. Los seis meses restantes, al tener que someterme a una intervención quirúrgica, una directora me recontrató como su empleada de hogar, y así burlaron la ley para evitar ese gasto.

 

Mientras estuve en la obra,- unas cuantas décadas-, no conocí a ninguna directora ni a ninguna de sus oficiales, que estuvieran dadas de alta en la seguridad social, ni que tuvieran un contrato laboral con la prelatura. Lo mismo pasaba con la inmensa mayoría de administradoras y numerarias auxiliares.

 

Tan cierto como incierto es tu escrito.

Mi cariñoso saludo para ti y para todos,

 

Fueraborda









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=19803