Una aclaracion y una recomendación.- Flecher
Fecha Friday, 25 May 2012
Tema


Estimados amigos:

 

Dos cositas.

Una es en referencia a las preguntas del cooperador Jg sobre el dinero. Aunque para nosotros es un tema bien conocido, solo apuntar a la respuesta de Dionisio que efectivamente el modo de financiación habitual es el de las fundaciones. Las empresas montadas por miembros de la Cosa, por ejemplo, colegios y universidades, dotan a alguna fundación (obligatoriamente) una cantidad elevada de dinero fijada previamente e incluida en presupuesto, independientemente del riesgo de pérdidas de las empresas. De esas fundaciones se pasan los fondos a las distintas “obras apostólicas” a través de otras fundaciones. Por lo menos en España, al trabajarse solo con fundaciones se evita pagar impuestos, entre otras cosas.

 

Otra cosa. No puedo resistirme (aunque me lo pensé dos veces) recomendaros la lectura de un libro que me ha impactado espiritualmente y que creo que a alguno de vosotros (casi diría que a todos) le puede venir muy bien para “desintoxicarse” (si alguien de dentro lo lee, habrá que dar gracias a Dios). De verdad que si fuera un libro espiritual más y si no fuera porque su lectura nos puede ayudar muy especialmente a nosotros, no lo recomendaría. Imagino que estaréis un pelín hartos de recomendaciones espirituales, pero me parece que este libro hace una perfecta radiografía del estado en el que uno se queda cuando sale (y cuando está dentro) de la Cosa.

 

Se titula “El Dios de las sorpresas”, del jesuita británico Gerard W. Hughes, disponible en la editorial Sal Terrae. Es un libro que ayuda a buscar el tesoro que cada uno lleva dentro. ¡Tantos años diciéndonos que somos una enorme bola de barro sin remedio! El autor hace suya la tesis de von Hügel, en virtud de la cual la vida espiritual tiene tres etapas: infantil, adolescente y adulta, o sea, institucional, crítica y mística. La Cosa y algunos sectores de la Iglesia estarían en la primera, por la que todo hay que hacerlo por obediencia y voluntad, sin cuestionamientos y bajo el reinado del miedo. Hoy mismo leía un párrafo (no lo copio para no meter a Agustina en un lío de copyright) que venía a decir que hay gente afín a la etapa institucional que hace de la vida un campo de minas, por el que ¡pum! pisas (no haces una norma) y te vas al infierno, todo moralidad, todo normas, todo deberes y poquito de auténtica vida cristiana. Ese Dios gruñón atento a nuestros fallos es el que hay que superar.

 

De verdad que el libro ayuda a superar lo que llama las falsas visiones de Dios (y también de la vida personal) que se tienen por ahí, incluso en la Iglesia, por no hablar de los que se obsesionan por la moral sexual y echan pestes por la falta de sentido del pecado de los demás, cuando en realidad ellos son incapaces de ver la opresión o la injusticia que ellos provocan por otro lado ¡porque les falta sentido del pecado… social! ¡Genial!

 

Ojo, no es un libro de diatribas contra un sector de la Iglesia, es un libro de ayuda espiritual para superar “bloqueos” en la vida de fe, dirigido a católicos y no católicos. De hecho, en la introducción se dice que es para “cristianos desorientados, confusos o desilusionados, que tienen con la Iglesia a la que pertenecen o han pertenecido una relación de amor-odio”. Os animo a ir a la página web de Sal Terrae y leer el primer capítulo y el índice.

 

Ahí os lo dejo. Yo no tengo nada que ver ni con el autor, ni con la editorial, ni con la Compañía de Jesús, pero me siento completamente libre de recomendaros lo que en mi experiencia creo que puede ayudar. Lo digo por si algún idiota de la Cosa piensa mal (o sea, como siempre).

 

Si os ayuda, me alegraré muchísimo.

Como siempre, un abrazo muy fuerte,

 

Fletcher









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