Estas cosas se hacen y después se consultan.- Mois
Fecha Friday, 18 May 2012
Tema 900. Sin clasificar


Al hilo de las aportaciones teológico-práctico-morales sobre el latex, que están teniendo lugar en las aportaciones de los útimos días, me viene a la memoria una experiencia anecdótica.

Por indicación del ginecólogo de mi mujer y para comprobar si la causa de nuestra infertilidad era mía, tenía que hacerme unos análisis seminales. El problema me surgió a la hora de la obtención de la correspondiente "muestra". Esto ocurría en los años sesenta del pasado siglo.

Acudí al analista y una vez explicada la razón de mi visita me dijo que podía retirarme a una de las habitaciones de la consulta y le proporcionara la muestra. Y aquí entraron mis escrúpulos. Le dije que mi coinciencia no me lo permitía. El me propuso una toma de muestra mediante una punción testicular (me horrorizó la idea) y me dijo que allá yo con mis escrúpulos. Era mi problema.

Salí de la consulta del analista y me dirigí a la consulta de algún moralista en los jesuítas. El buen Padre jesuíta cuando le expuse el caso (no era anticoncepción lo que tenía que practicar sino todo lo contrario: era para tratar de concebir), comenzó a discurrir, se subió al convento para consultarlo en libros y con otros colegas moralistas y cuando bajó, como no encontró ninguna respuesta razonable acabó diciéndome:

-Estas cosas se hacen y después se consultan. (¡Maravillosa solución teológico-práctico-moral!)

Hoy, después de cincuenta años, me produce ternura y risa. Pero en aquellos tiempos, queriendo ser un fiel seguidor de la moral de la Iglesia y a pesar de la paradoja en la que me encontraba (quería concebir pero para ello no podía usar un anticonceptivo), mis escrúpulos me atormentaban, y mucho.

Menos mal que el ginecólogo, cuando le indiqué que no me había hecho el análisis, dió con la solución, (que tenía que haber sido la que me diera el buen jesuíta), al decirme que utilizara "el condón perforado".

¡Qué manera de complicarnos la vida! Supongo que a Jesús le producirá ternura, tendrá compasión y sonreirá.

Y colorín colorado.

Mois







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=19716