Disputas teológicas sobre la anticoncepción.- Daneel
Fecha Wednesday, 02 May 2012
Tema 010. Testimonios


Estimados todos,

 

Josef Knecht compara un artículo del profesor Juan Pérez-Soba de 2011, sacerdote agregado, con un guión doctrinal de1989 utilizado en la prelatura, diciendo que el contenido doctrinal es idéntico. Esto es inexacto, ya que el guión doctrinal trata (lo dice muy claramente al principio) del uso del preservativo para impedir la fecundación, mientras que el artículo de Pérez-Soba trata del uso del preservativo para impedir el contagio del SIDA. Así que el parecido sólo está en la conclusión prohibitiva, y es bastante superficial, ya que la prohibición ni siquiera se refiere a lo mismo. Por otra parte, me parece a mí que el mérito de una argumentación teológica, igual que una filosófica, o la que sea, no hay que buscarlo en la historia personal del que argumenta, ni en la conclusión a la que llega (si nos gusta la conclusión, la argumentación es buena; si no nos gusta, es mala). El mérito hay que buscarlo en la argumentación misma. En el caso de Pérez-Soba, el núcleo de su argumentación no es bíblico ni personalista, sino la referencia a Humanae Vitae n. 11. En este sentido pienso que no aporta demasiado y que merece el calificativo de “oficialista” que Josef Knecht le atribuye. Pero es irrelevante que sea un sacerdote del opus para valorar lo que dice...



Aceptaré el argumento de que sobre la vida matrimonial los célibes no pueden hablar cuando la misma persona defienda que los casados tampoco pueden hablar sobre el celibato. Para entender y hablar sensatamente sobre el matrimonio no hace falta ningún estado de vida particular, sino tener capacidad de comprensión, las antenas bien abiertas para comprender esta forma de vida en todas sus facetas. ¿Es que no hay terapeutas, psicólogos y psiquiatras, que son capaces de asesorar bien a una pareja aun habiendo fracasado en su propio proyecto matrimonial? Me parece que tratar con rigor las cuestiones de teología moral es tan importante, al menos, como cuando se trata de derecho canónico y las prelaturas personales.

 

Ya que este debate se ha originado en torno a una supuesta doctrina particular del opus acerca de la anticoncepción, creo que es interesante añadir que hay otro teólogo, el sacerdote numerario Martin Rhonheimer, profesor en la universidad romana del opus, que defiende posiciones distintas acerca del uso profiláctico del preservativo, al menos desde 2004: “Equally, a married man who is HIV-infected and uses the condom to protect his wife from infection is not acting to render procreation impossible, but to prevent infection. If conception is prevented, this will be an ‘unintentional’ side-effect and will not therefore shape the moral meaning of the act as a contraceptive act.” En 2010 participó nuevamente en disputas teológicas similares. Con esto sólo quiero decir que es obvio que Pérez-Soba no representa la postura oficial del opus en esta cuestión, como tampoco Rhonheimer.

 

Querido Perladeladriático, respondo a tus preguntas sin mayor problema, creía haberme definido ya suficientemente. Por cierto, que a mí tampoco me queda muy claro si tú aceptas o no aceptas, si fuiste o no fuiste. Fui numerario durante 18 años, de eso hace ya 13. ¿Es relevante esto para la cuestión que debatimos? ¿Es relevante si tú fuiste agregado, supernumerario o numerario, si lo fuiste 5 años o 25? Como ya he dicho antes, me parece a mí que la historia personal es irrelevante para valorar lo que uno dice (salvo cuando se trata de testimonios de situaciones vividas), ya sufrí bastante aquello de “tu visión está deformada porque estás resentido”. Acepto la doctrina católica sobre la paternidad responsable en su formulación positiva: los hijos son un don de Dios que hay que acoger generosamente –no es cuestión de número, puesto que cada hijo necesita toda la generosidad de sus padres–; la decisión de tener un hijo compete exclusivamente de los padres, y debe ser una decisión dialogada, responsable (y por tanto racional, lo que puede requerir consejo, asesoramiento y estudio), y meditada ante Dios. En cuanto a su formulación negativa (la prohibición sin excepción de la anticoncepción en el matrimonio), tengo dificultades para entenderla plenamente, como ya he explicado, pero la acepto porque me parece más en sintonía con el Evangelio que su contraria, y mientras tanto sigo procurando entender mejor la cuestión. Finalmente, pienso que la prohibición del uso profiláctico del preservativo no es doctrina católica, aunque sé que hay teólogos que piensan que sí.

 

Cordialmente,

Daneel







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