Hola a todos.

Quiero expresar mi opinión sobre lo que pienso que es la diferencia entre el papado de Juan Pablo II al de Benedicto XVI.

Mi comentario lo hago en base a los comentarios que algunas personas cercanas a mí me hicieron sobre los discursos de Benedicto XVI en su reciente visita a México. La impresión que tengo es que el tema de los discursos era sobre cuestiones eclesiales, sobre las distintas personas que colaboran en el trabajo de la iglesia. A todos ellos quiso el papa dar una mención y una palabra de aliento...

El recuerdo que tengo sobre los discursos de Juan Pablo II es de asuntos enfocados en cuestiones más ideológicas, entre la lucha de lo correcto y lo incorrecto.

Creo que la visión que tengo de Benedicto XVI es que es un papa más realista, más humano. En cambio Juan Pablo II se interesaba en que sus acciones tuvieran un sentido pro eclesial, es decir, que tuvieran buenas consecuencias.

Creo que mucho del opus dei se mueve en una visión pro eclesial, es decir, en un acomodar todos los asuntos para que en un futuro se tenga éste o aquel resultado.

El problema de la visión pro eclesial, es que la mente humana puede suponer diferentes estrategias para alcanzar una meta. De hecho, la visión pro eclesial tiene un gran poder de sujetar el ahora concreto, de juzgarlo, y de casi proponer una nueva moralidad, proveniente de los beneficios alcanzados al obtener el bien deseado.

Creo que el opus dei y Juan Pablo II se movían a nivel ideológico, no completamente, pero como un matiz permanente en sus acciones. La visión pro eclesial debe de estar iluminada por el espíritu santo, o al menos, por lo que la iglesia en su caminar tiene como conquistas de su reflexión.

Creo por ejemplo, que dentro del opus dei, el bien de la institución sobrepasa cualquier consideración, y toda persona o acción debe de promover la buena imagen de ella, pues una mala, humanamente hablando, devalúa a la organización.

Quiero decir en base a mi experiencia, que la mayoría de los miembros del opus dei que conocí son personas que tratan correctamente a los demás, y se esfuerzan en un vivir positivo ante su entorno.

La visión pro eclesial del opus dei la noto más en los asuntos de gobierno.

Otra de las cuestiones que quisiera tratar es la de la calidad de cooperadores de los miembros del opus dei, quienes aceptan vivir en un modelo para trabajar, cooperar, y encargarse de los asuntos del opus dei. Creo que en la iglesia muchos cooperamos de diferentes maneras, y nuestra cooperación proviene de nuestro ser, principalmente el de bautizados, y el de nuestros propios gustos e inclinaciones.

Yo noto que en el opus dei la mayoría, si no es que todos sus miembros, son cooperadores, y los hacen buscadores de cooperadores, en ocasiones en relaciones demasiado acartonadas. Mi crítica se centra en el hecho de que el opus dei presenta ese tipo de vida como una combinación de una cooperación pero también de una forma de ser, otorgada por Dios, que sería la vocación. Un cristiano puede cooperar en cualquier lugar, pero un miembro del opus dei fue hecho como para cooperar con la institución, única.

Mi juicio es este: eso es un engaño flagrante. La salvación no se compra y no se vende. La salvación proviene de Dios, que de forma unilateral nos amó, hasta al punto de entregar a su Hijo como un cordero de expiación para obtenernos la salvación. La salvación es completamente gratis, en cuanto a nosotros, y no lo podemos agregar una micra a lo que ya Dios hizo por todos nosotros. La salvación la da Dios a los que se encuentran con su Hijo y creen en Él.

Termino con lo que ya muchos hemos dicho anteriormente. Solo el amor es aquello que nos comunica a Dios y nos hace vivir como verdaderos hermanos.

Todos aquellos planes pro eclesiales, quedarán como eso, como visiones humanas demasiado estrechas, y desgraciadamente, algunas de ellas se han llevado de encuentro ha bautizados que de buena fe asisten a las reuniones de algunas organizaciones que planifican desde lo obscuro la "salvación" de otros, que son explotados mientras dichas instituciones crecen en dinero, fama de santidad, y poder sobre las conciencias. Todos en opuslibros sabemos que eso no es de Dios.

Saludos cordiales.

Paiquito