Componentes de la ideología del OD: propuesta de investigación.- Josef Knechet
Fecha Wednesday, 04 April 2012
Tema 115. Aspectos históricos


 

Querido Fletcher:

 

Muchas gracias por tu clarificadora exposición del 02.04.2012 sobre el Humanismo como uno de los factores integrantes de la ideología del Opus Dei. Lo calificas como modelo idealizado o mítico de humanismo; pero más bien podría describirse como un reduccionismo o caricatura de humanismo, ya que en el Opus está instrumentalizado en orden a obtener frutos proselitistas, como bien explicas, y a influir a la luz de los presupuestos mentales del Opus en el mundo de la educación, de la cultura, de la ciencia, del periodismo. Estoy de acuerdo contigo; muy acertada es la presentación del humanista y santo Tomás Moro (siglo XVI) como un supernumerario a título póstumo o avant la lettre...



Si te parece, podríamos sintetizar provisionalmente, a modo de esbozo o borrador de trabajo, el diálogo que estamos manteniendo desde hace unos dos meses sobre la “ideología” de la Obra de Escrivá en cuatro puntos, que serían los cuatro componentes más importantes de esa ideología:

 

En primer lugar, muchas ideas procedentes del idealismo alemán y el romanticismo europeo del siglo XIX –como el “elitismo” o “liderazgo caudillista”, el “vitalismo”, el “voluntarismo”, la añoranza del régimen de Cristiandad, etc.– que expusiste de manera brillante en tu artículo del 20.02.2012, titulado Los orígenes ideológicos del Opus Dei; en ellos volviste a profundizar en tu carta del 21.03.2012. A partir de esta premisa se fundamenta con solidez la tesis de Hans Urs von Balthasar, según la cual Camino (1ª edición: Valencia 1939) contiene grandes dosis de “integrismo” católico.

 

En segundo lugar, la “conciliación entre capitalismo y catolicismo”, de acuerdo a las tesis del sociólogo Joan Estruch en su libro Santos y Pillos (Herder, Barcelona, 1993), del que te hablé en mi escrito del 19.03.2012. Este importante factor ideológico no sólo floreció en la España de Franco –desde 1939 hasta 1975– cuando los ministros tecnócratas del Opus lo llevaron a la práctica en su política (esto es lo que Estruch estudia), sino que sigue muy vivo hoy en día porque las circunstancias actuales han propiciado en la geopolítica mundial el nacimiento de una especie de “santa alianza” entre jerarquía católica y neoliberalismo protestante, a la que los intelectuales del Opus prestan su apoyo desde diversos frentes, como expliqué en mi escrito del 14.03.2012.

 

En tercer lugar, el “humanismo cristiano” mítico o idealizado –más bien, caricatura de humanismo– que pretende cristianizar o, mejor dicho, iluminar a partir de los presupuestos mentales del Opus ámbitos de la sociedad como son la educación, la cultura, la ciencia, la bioética, el periodismo, a la vez que se pone al servicio de la labor proselitista que el Opus lleva a cabo con gente joven. De ello escribiste en tu artículo del 02.04.2012. Por eso, al santo marqués de Peralta le agradaba tanto que todos sus hijos numerarios –y algunos agregados y supernumerarios– formaran parte de la “aristocracia de la inteligencia”, siempre influyente en la sociedad; no así sus hijas, que, como todas las mujeres, debían conformarse con ser discretas ... para hacer croquetas (Gervasio, Fundación de la sección femenina: 1930, del 15.02.2012).

 

En cuarto lugar, el “neotomismo”, al que me referí en mi escrito del 22.02.2012. Este tomismo se reserva sobre todo a filósofos y teólogos y cumple en el Opus la misma doble finalidad que cumple en la Iglesia Católica desde el siglo XIX: 1ª) en cuanto a las relaciones exteriores con el mundo del pensamiento y de la filosofía, proporciona armas apologéticas para rebatir presuntos errores de la Modernidad; 2ª) en cuanto a la vida interna, asienta las bases de la “buena doctrina” para la Teología Dogmática y la Teología Moral. Aquí es donde tal vez pondría encuadrarse la actitud de algunos intelectuales del Opus (juristas y filósofos) que, según me advertiste en tu carta del 21.03.2012, manifiestan reticencias ante errores o abusos del liberalismo, incompatibles con la moral católica.

 

He expuesto esos cuatro componentes por orden decreciente de importancia desde mi punto de vista. Los dos primeros son los más relevantes porque constituyen el núcleo duro de la cosmovisión del Opus y marcan las líneas directrices de su actuación. Los dos últimos son más superficiales –al menos, yo lo veo así–, ya que el humanismo y el neotomismo no son valorados ni potenciados por sí mismos, sino que el Opus los instrumentaliza subordinándolos a los dos anteriores y, por supuesto, al poder y al dinero, que es lo que en el fondo más cuenta.

 

(Un quinto ámbito, en el que los intelectuales del Opus Dei han sido bastante creativos e incluso brillantes [a excepción del ridículo dislate de encuadrar las prelaturas personales dentro de la estructura jerárquica de la Iglesia], es el Derecho Canónico, pero no creo que esta ciencia teológico-jurídica se deba incluir entre los componentes ideológicos de la Obra de Escrivá, porque aborda cuestiones muy técnicas y especializadas y, sobre todo, porque, siendo en realidad una ciencia auxiliar [lo es de la Teología, aunque no se deba olvidar que el derecho canónico y la eclesiología, que es una rama teológica, están intrínsecamente relacionados], no entra en el núcleo o corazón de lo que se entiende por pensamiento ideológico: cosmovisión, antropología, ética personal y social, espiritualidad, ...)

 

Con este esquema panorámico pretendo tan sólo esbozar un borrador o proyecto de lo que podría ser un estudio más profundo acerca de la ideología del Opus Dei. Sigo abierto a más sugerencias tuyas y de otros usuarios de Opuslibros.

 

Un abrazo y feliz Pascua de Resurrección

 

Josef Knecht







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