Carta de Epifanio a Valeriana.- zartan
Fecha Monday, 26 March 2012
Tema 040. Después de marcharse


Queridísima Valeriana, mi última carta ha provocado en ti y en la querida Emevé casi la misma reacción: ¿Pero como se te ocurre decir que sigues teniendo afecto a …? ¿Pero eres tonto o te haces?

Puntualizo que yo hablé de “afecto residual” y no de “querer muy mucho” que son cosas bien distintas.

Pero no quiero entrar a discutir si es mucho o poco, si es a la organización en si o a los ideales que me llevaron a ella, no quiero perder el tiempo ni hacértelo perder a ti con esas cosas. Mi intención al escribirte estas cartas es, por un lado, aclararte mis sentimientos (cosa que mereces después de tantos años respetando mi silencio mientras yo intentaba reordenar las pocas neuronas que habían quedado intactas).Y, por otro lado, exponer cual ha sido un truco útil en mi proceso de recuperación por si sirve de algo a alguien...

Quiero, Valeriana, recordarte que cada cual somos como somos en gran parte por nuestra historia personal. Creo que mi padre ya practicaba el “pasotismo” mas radical cuando ni siquiera existía esa palabra, aplicaba científicamente eso de “vaya yo caliente y ríase la gente” y yo, entre mis circunstancias y el ADN, soy un acérrimo defensor de esta forma de sobrevivir. Y aquí se trata de sobrevivir y de hacerlo -en lo posible- en las mejores condiciones. De ser feliz y no de hacer triunfar la justicia universalmente: yo me conformo con ayudarla (a la justicia, no me malentiendas) en lo que me queda cerca y de mantener limpio mi patio con la esperanza de que si todos hacemos lo mismo, el mundo estará mas limpio. Lo otro, los grandes ideales, las grandes batallas para hacer cambiar a la OD … simplemente no están a mi alcance o ya no estoy para esos trotes, los dejo para gente joven de espíritu y entusiasta (Emevé, Agustina, Carmen Charo, Aquilina,...) lo mio -con tu ayuda- son cosas mas sencillas: tomarme las cervezas que sean necesarias con quien necesita un hombro para llorar, alojar en casa durante meses a Rosi, o a Alejandro o a ... ¿necesitas la lista de gente que hemos refugiado en nuestra casa estos últimos años? No es cobardía o egoismo y la misma Emevé lo sabe, también ella recibió la oferta sincera de ayuda y de usarnos como base de operaciones para lo que quisiera y el tiempo que le diese la gana y con todo nuestro cariño -que sigue teniendo-. Precisamente, porque tengo claro el tamaño del bigote de la que fue mi “madre guapa”, intento restañar las no pocas heridas que deja a su paso. Y no por cariño a la del bigote sino a los “embigotados”, por un mínimo sentido de justicia.

Pero volvamos al inicio, eso del “afecto residual” no es otra cosa que un método de sobrevivencia, es un esfuerzo por solo recordar aspectos positivos y simplemente por salud mental, nada de nostalgias.

¿Acaso alguien puede tener nostalgia de la estrechez mental de un talibán investido de la autoridad sempiterna de director o de secretario? ¿De una lista de costumbres impuestas y vividas irracionalmente? ¿Alguno de ustedes echa de menos los crespillos? ¡Seamos serios! Y si hay alguien que siente nostalgia por eso (que de todo hay en la vida) es asunto de psiquiatras, tiene un síndrome de Estocolmo de tomo y lomo o un síndrome de Bollullos de la Mitación o de Lepe, que también existen.

Querida Valeriana, yo podría estar todo el día rumiando la injusticia que hicieron con Emevé o la de Antonio Petit, o la situación de alguien que abandona “la barca” después de un cuarto de siglo dedicado a trabajos internos, sin un curriculum presentable, sin imposiciones sociales (a pesar de lo que mande el derecho canónico y el civil) y con una mano delante y casi otra detrás. Podría cebarme en la crueldad institucional que usaron contigo, Valeriana. Podría … pero si lo hiciera -en mi forma de pensar- me convertiría en mi propio verdugo, sería el albacea del testamento del rejalgar y … no estoy dispuesto a autofastidiarme. Si quieren “rejalgarizarme”, que se tomen en trabajo de intentarlo como lo están intentando con Agustina con eso de las propiedades intelectuales, no les voy a hacer yo el trabajo: el que quiera peces que se moje el ...

Hay personas que llegan a la OD coaccionados (obligados) pero también las hay que llegan libremente, con ideales de servicio,con entusiasmo, con ganas de acercarse a Dios, se hacen del OD porque lo ven como instrumento eficaz de mejora en todo eso y … al cabo de los años ese bagaje se lo cambian por resentimiento, sentimientos de culpa, desconfianza, desilusión. Les han dado gato por liebre y a la grande.

Por eso -para que no me cambien la liebre que es mía por el gato que es de ellos- yo prefiero recordar solo las cosas positivas (permitidme -en mi estupidez- que las siga creyendo posibles, Epifanio nunca ha sido una lumbrera) y, si cuento algo de mi vida pasada, comentar cosas del estilo de lo difícil que fue para mi ayudarle a Leonardo Polo a comprarse un sombrero que le quedase bien (uno de los encargos mas complicados que he tenido en mi vida y los que lo conocisteis comprendéis la dimensión física del problema) o pensar que si me encontrara con ellos tendría el mismo trato de afecto que un día me dieron gente como F.Bob B., D.Paulino B., el mismo cardenal de Emevé o -incluso- el Innombrable de quien solo tengo buenos recuerdos. Es posible que, si los encontrara, sufriese la indiferencia o el “no te recuerdo” o el “no te he visto” pero, mientras tanto, hagamos como si … y sigamos para adelante, que hay cosas mas importantes.

Prefiero parecer cretino (ojo, solo parecer) y ser feliz o como dicen en tu tierra “a volte bisogna fare il morto per non essere ammazzato”.

Tuyo, Epifanio.

*Donde dice OD leer Organización Diastólica
*Donde dice Innombrable leer Innombrable







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