¿SÍNDROME DE ESTOCOLMO?.- Ramana
Fecha Wednesday, 14 March 2012
Tema 090. Espiritualidad y ascética


Queridos amigos de OpusLibros,

 

creo honradamente que hay un mensaje de fondo en ocasiones ingenuo y algunas veces algo perverso en algunas de las intervenciones que se manifiestan en esta maravillosa familia espiritual que ha creado Agustina. Con todo respeto hacia las creencias de todo el mundo, por supuesto, y advirtiendo que los “creyentes” me suelen considerar ateo, o raro, y los ateos me consideran el paradigma de los creyentes, y que llevo desde que nací en busca de lo sagrado, de lo que no se sabe, del Misterio, y que muchas veces lo he intuido, percibido y constatado: pocas veces dentro de las así llamadas religiones positivas, grupos o sectas varias que he conocido "por malos de mis pecados" como decían en la Edad Media, pero eso ahora no viene al caso...



No dudo de que esa chispa eterna fue la que, como a casi todos vosotros, me llevó al Opus Dei, el anhelo espiritual me hizo integrarme, con ilusión y sinceridad, en lo que tenía a mano; y que esa misma chispa divina, con desilusión pero la misma sinceridad, me sacó de sus diabólicos y soeces tejemanejes algunos años y muchas heridas y tristeza después: bienvenido sea el desengaño, pues es eso: des-engaño, y todos sabemos que la Obra es un engaño, en muchos por ignorancia, y me temo que en los mandamases por maldad o alguna suerte de posesión enfermiza. Digamos, para terminar el exordio, que a eso desconocido estoy entregado en alma, cuerpo y Silencio y que el paso, en mi adolescencia, por tan perversa Institución no me ha vacunado de su Busca, de su Anhelo, al contrario.

Tras múltiples experiencias que no es el caso relatar ahora, pero que han sido muchas y plenas, y siempre llenas de un afilado espíritu crítico (huelo las sectas a mucha distancia, cosa que siempre agradeceré a la “nuestra”), sostengo con profunda convicción que ni el catolicismo romano es “la” religión, sino una más, incluso dentro del Cristianismo, que todas son “falsas”, que es lo mismo que decir que todas son verdaderas, lo cual no significa que no lleven dentro (en sus místicas y místicos) la chispa de lo real, de lo divino y que Jesús el Cristo es un verdadero Maestro de Sabiduría, como el Buda, Sócrates o Sankara; que hay muchos sabios, incluso dentro del catolicismo (más o menos dentro, pues para eso está Ratzinger, para condenarlos) que así lo sostienen, como el gran Willigis Jaeger, maestro zen y sabio benedictino alemán, que han dedicado toda su vida a “limpiar” el catolicismo de tanto mito espurio (y bastante infantil cuando no criminal, que todo hay que decirlo).

Quiero con todo ello decir que me parece muy bien que haya “buenos católicos” exopusianos que escriban en esta página y nos hagan partícipes de sus bellas experiencias o de sus nefastos recuerdos en la secta, pero me parece perverso (y ello indica un profundo síndrome de Estocolmo, lo cual es aún peor) que intenten convencer a los de dentro o a las autoridades eclesiásticas que nos leen de que se puede ser ex y buen católico, pues se parte entonces de la premisa (falsa) de que un opusdeísta es un buen católico, cuando todos sabemos que viven sometidos a una estructura de pecado en la que, sin querer, se les obliga a mentir, a ser malos hijos o malos padres, malos hermanos, perversos ciudadanos, hipócritas, que viven una vida de doblez y engaño, desde que se levantan hasta que se acuestan y que, desde un punto de vista estrictamente espiritual han sustituido la verdadera religión del amor y la devoción por un saco epidérmico de “presuntas” prácticas piadosas, las llamadas normas y costumbres que, amén de no enraizar a la persona en la comunión con la Divinidad, la embotan en una suerte de superficial indoctrinamiento pseudoespiritual desde el que se permiten el lujo de juzgar (o no) a los demás creyentes (o no): quien me lee, in o out, sabe que no exagero un ápice, los out lo recordarán con perplejidad y alivio, los in con dolor y desconcierto, porque en el fondo querrían ser buenos cristianos y saben, de alguna manera si no están muertos del todo saben, que en la Obra no lo pueden ser, pues faltan las dos condiciones fundamentales, la Caridad y la Verdad, cuyo corolario es la sencillez, la inocencia, el hacerse como niños y la alegría.

 

Por tanto, si luego se insiste tanto en la perversidad fundacional de la Obra, no se caiga en la paradoja de asumir tácitamente eso que tantos escritos traslucen: se puede ser un buen católico dentro del Opus, cuando la verdad es que solo se puede ser un buen católico fuera del Opus. Dicho sea con todo respeto y por alguien que no es católico, ni bueno ni malo. Y no entro en el juicio de intenciones, pues me consta de que la mayoría (al menos una buena parte) de los opusianos quieren vivir con rectitud de intención y con verdadera bondad su vocación: el problema y la paradoja es que la estructura que los tiene sometidos les imposibilita de raíz hacerlo, de ahí el sufrimiento y la impotencia de tantos.

 

Paz y Amor para todos.

Ramana







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