SÍ VALIÓ LA PENA. Para Normalito.- Libero
Fecha Friday, 24 February 2012
Tema 020. Irse de la Obra


Estimado Normalito, quienes aquí escribimos hemos pasado por una terrible experiencia, unos más que otros, que nos une de tal forma que con sólo decir dos palabras lo entendemos todo perfectamente; somos capaces de ponernos en tu lugar y en el de todos los demás, porque de un modo u otro lo hemos vivido también. Da igual que seamos varones o mujeres, podemos ponernos –salvando algunas distancias– en el lugar de los otros. Y esto nos da una fuerza increíble, nos hace apoyarnos unos a otros, comprendernos, incluso podemos llegar a comprender, aunque no compartamos, las posiciones de quienes están dentro –como Calandria, por ejemplo– porque para muchos esas posiciones, en su momento, eran las nuestras. Ahora nos sorprendemos de cómo fuimos capaces de estar metidos en esa mentalidad tan restringida, esterilizadora y fanática… pero lo comprendemos, porque la labor machacante de los medios de formación, de las personas, de los textos y documentos internos hacían su labor día a día y sin darnos cuenta. Y defendíamos a la Cosa cuando decían que era una secta o un grupo político, etc. Y así sigue siendo para muchos que nosotros consideramos personas inteligentes y razonables pero que, por muchos y muy diversos motivos, no se deciden a dar el paso. Yo lo comprendo porque a mí también me costó...



Unos porque se han dado cuenta a una edad muy avanzada y sin dinero, casi sin familia, con achaques, ¿a dónde van a ir? Esto dentro lo saben y en más de una ocasión, me consta que han desterrado y confinado a numerarios mayores en países y ciudades lejos, muy lejos de su entorno para que no tengan la tentación de irse. Conocí muchos que se murieron dentro, ayudando con su dinero a quienes querían irse y todavía podían. A otros les atenaza el pensar que están haciendo “algo malo”, traicionando su vocación, porque todavía no han hecho –porque no han podido o querido hacer– la crítica teológica de la Cosa, de su espíritu, de sus Estatutos, sus métodos contrarios a la doctrina de la Iglesia (y no solamente en la dirección espiritual), etc.

Por eso haces muy bien en desahogarte; estamos en una sala de estar virtual, entre amigos, y es muy bueno desahogarse, tú y todos los que quieran. Aquí han recibido ayuda much@s con sólo escribir. Y olvidamos los malos tragos, también, unos más y otros menos, pero olvidamos porque de lo contrario el pasado nos lastra en lugar de liberarnos y no nos deja mirar hacia adelante. Pero dicho esto, también te digo que todo lo que hemos vivido en la Obra, SÍ QUE VALIÓ LA PENA.

No pretendo contradecir a “NOVALIOLAPENA” con quien estoy plenamente de acuerdo, sino que trato de hacer ver que todo lo que hemos vivido y que nosotros entendemos perfectamente, NO LO ENTIENDE CASI NADIE que no lo haya vivido. Cuando gente buena, cristiana, lee algunos de nuestros escritos, se escandaliza porque no pueden contextualizar lo que aquí se deja por escrito, cosa que nosotros sí. Hay hechos objetivos, impactantes, como el que tú cuentas o el que yo he contado de Antonio Petit, que impresionan a cualquiera, pero la coacción sistemática cotidiana y la presión que se padece dentro, no es fácil de transmitir. Por eso, el hecho de que hayamos vivido todo esto y ahora podamos contarlo y contextualizarlo poco a poco a los que siempre han vivido fuera de la burbuja, a los que tenemos a nuestro alrededor, es algo increíblemente positivo. Yo hace unos años que me fui, y todavía hoy me sorprendo “Libre” paseando por mi ciudad, o yendo de compras a dónde y cuando quiero. Esto mismo, que nos pasa a muchos, si lo cuento a gente de mi edad, me toman por chiflado, por eso tengo que andar con ojo a quién y cómo se lo cuento. Pero en la medida en que te asientas en donde estás, en tu familia, en tu trabajo con tus amigos, etc., cuando alguna vez se hable sobre la Obra y tú cuentes tu experiencia, te creerán con los ojos cerrados y el vacío que se creará entorno a la Cosa, será cada vez mayor. Yo, personalmente, no quiero mal a la Obra, simplemente no la quiero porque ahora mismo no representa nada para mí: agradezco a Dios –que no a la Obra– lo que me ha dado en todos estos años, eso sí; pero sí aprecio a personas concretas, algunas se fueron, otras siguen, y sigo siendo amigo de ellos, de muchos me da mucha pena porque me consta que lo están pasando mal. Pero a los amigos que tengo fuera yo tengo que decirles la verdad, porque después de tres décadas dentro, conozco perfectamente lo que se hace y cómo, y si puedo prevenirles, tengo la obligación de informarles y luego que hagan lo que quieran, del mismo modo que jamás dije a nadie en la Obra que se fuera porque creo que es una decisión personalísima que nadie puede sustituir.

En fin, gracias por tu testimonio y piensa que todo lo que has vivido tiene también una finalidad positiva que sólo Dios sabe cuando se alcanzará.

Saludos,

Libero







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=19390