¡Más espiritualidad y menos religiosidad!.- Kipepeo
Fecha Friday, 24 February 2012
Tema 900. Sin clasificar


Dedicado a los directores del Opus Dei:

¡Más espiritualidad y menos religiosidad!

 

¡Hola a todos!

 

Hoy envío unas cortas líneas extraídas de un mensaje privado que leí a una confidente en Centro-América (ya sé que no es “nuestro estilo”). Independientemente de su veracidad, me llamó poderosamente la atención por algo que es uno de los principales fallos de la “labor pastoral” del Opus Dei (como los fines de la Obra diseñados por el fundador en los Reglamentos de 1941 son más organizativos que pastorales, de hecho apenas si existe una labor pastoral ‘viciada’ digna de ese nombre): hay mucha religiosidad, demasiada piedad formal y escasea la verdadera espiritualidad...



Repito: ¡En la Obra hay mucha piedad y religiosidad, pero NO ESPIRITUALIDAD!

 

Nota: El subrayado en el texto que sigue abajo es mío.

 

Sugerencia de Jaculatoria para hoy: “¡Gracias Jesús mío por recordarnos todo esto!”

 

¡Saludos!

Kipepeo

 

“MIS VERDADEROS HIJOS DEBEN VIVIR UNA VIDA ACORDE A MIS ENSEÑANZAS,

DEBEN SER ESPIRITUALES Y CUMPLIR PRIMERAMENTE EL MANDAMIENTO DE AMARME

Y DE AMAR AL PRÓJIMO COMO SE AMAN USTEDES.

 

No aman al prójimo porque no se aman a sí mismos, no aman ese don preciosísimo de la vida, no se aman interiormente y se exponen a lo mundano y pecaminoso.

 

TODO LO HE DICHO, TODO LO HE DICHO, ESCRITO ESTÁ EN LA SAGRADA ESCRITURA. No hay nada que agregar, pero como Padre de Amor y preocupado por Mis hijos, trato de una y mil formas de explicar con uno y mil ejemplos lo que ya escrito está.

 

No soy un Dios de silencio, no soy un Dios de pasividad; soy un Dios que continuamente vela por Sus hijos, lucha por ellos y por esto no me silenciaré ni en el último instante, porque Mi Sangre no la ofrecí sólo para aquel momento y pasó. Mi Pasión continúa en estado actual, Mi Amor en estado actual, Mi Entrega en estado actual y en cada instante deseo salvar a todos los hombres.

 

Como Padre de Amor pongo y pondré múltiples ejemplos para que Mis hijos retomen el camino, dejen la oscuridad y se levanten de ese barro inmundo en el que permanecen sumergidos.

 

[...]

 

Son pocos Mis hijos fieles que con fuerza y coraje reparten sus bienes entre aquellos que padecen hambre, y desprecian los lujos y las comodidades.

 

Mis discípulos dejaron su casa y sus pertenencias, caminaron descalzos y repartieron hasta sus vestiduras entre aquellos que no tenían, a ejemplo de Su Maestro.

 

HOY LLAMO A LOS LÍDERES RELIGIOSOS, A AQUELLOS QUE TIENEN A SU CARGO GRUPOS RELIGIOSOS, A AQUELLOS LAICOS COMPROMETIDOS LOS INVITO A QUE HAGAN UN ALTO EN EL CAMINO Y SE MIREN INTERIORMENTE. Deben ser ejemplo de Mi obrar y de Mi actuar, deben ser verdaderos, más espirituales que religiosos, más espirituales. La religiosidad abunda, la espiritualidad escasea.

 

Mi hijo en este instante debe ser un hijo espiritual que comprenda y consuele, que mire cuanto acontece y lo reflexione, que tenga esa sed de almas, que sea coherente y congruente entre sus obras y sus actos, que no piense que tiene la verdad absoluta y que trate a sus hermanos con Mi Mismo Amor. Que mire las necesidades antes de que se las digan y que socorra de ipso facto a los necesitados, no sólo materialmente sino a aquellos que abundan hoy: los necesitados espiritualmente.”

 

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