Comentarios.- Calandria
Fecha Friday, 17 February 2012
Tema 900. Sin clasificar


Hola Gervasio,

Estoy completamente de acuerdo con esto que escribiste:

“Dios no nos necesita como instrumentos. Es más, no nos necesita en absoluto —somos nosotros los necesitados—, lo cual no quiere decir que no se pueda recrear y se recree en nosotros, del mismo modo que a un padre nada le soluciona un niño de tres meses; pero se recrea en él. Lo ayuda y lo trata con mimo y se complace en que crezca y sea buena persona. Se atribuye a la Virgen ser mediadora de todas las gracias; no instrumento de todas las gracias. Dios no la instrumentalizó. Ni las actividades temporales, ni las diversas profesiones, ni las personas que las desempeñan tienen que ser instrumentalizadas en bien de la Iglesia o de sus institutos seculares o prelaturas.”

 

Pero escribo también esta frase (no textual) harto conocidas para muchos de ustedes y para mí:

Somos como el pincel en manos del artista. Si un instrumento no está bien preparado para cumplir su función resulta un estorbo. Somos como el barro en manos del alfarero. Hemos de dejarnos moldear. Dios no necesita instrumentos pero “quiere necesitarlos”, quiere usarnos de mil maneras como instrumentos para llegar a otros.

Lo que yo interpreto es que el fundador usó el símil de los instrumentos y del barro en manos del alfarero para definir cómo quiere Dios a sus hijos en el Opus Dei (dóciles a la acción de Dios y entregados a lo que es su verdadera voluntad, esa Voluntad que vemos en nuestra oración personal que no necesariamente siempre tiene que coincidir con la voluntad de los directores) y la Iglesia conocedora de esto, acepta lo que tú no aceptas. Es una comparación, un modo de decir, para explicar cómo hemos de comportarnos (los hijos de Dios en el Opus Dei), que para nada se refiere a lo que expresas:

“En la sociedad actual está prohibido en cambio usar de las personas a modo de instrumentos. La esclavitud ha ido siendo progresivamente abolida sobre todo a lo largo del siglo XIX.”

Tu escrito en lo referente a este tema puede confundir (y de hecho, confunde) porque haces decir al fundador lo que no ha dicho o por lo menos al sacarlo fuera de contexto se entiende lo contrario.

A Dionisio le diría que en medio de tanto personaje de la Historia de la Iglesia no se le ha ocurrido nombrar al principal, y su actuación: el Espíritu Santo que es quien asiste y asistirá a la Iglesia hasta el final de los tiempos. Yo tengo fe.

Un abrazo

Calandria









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