Soy una de las seis ex, protagonistas del artículo del periódico El Mundo. Ante todo perdonar mi falta de valentía al no revelar mi nombre, pero mientras vivan mis padres, no quiero que sufran más de lo que llevan sufrido.
Solo quería aclarar que me “sonreí”, cuando el gran portavoz autorizado de la obra dice que se sienten indefensos porque no les consta ninguna denuncia, pues bien, en mi caso estuve paseándome de la asesoría de España, situada en la calle Lagasca a los abogados que tienen en “la milla de oro” de Madrid, durante meses, denunciando mi caso y pidiendo una indemnización.
Al final, hasta me llegaron a decir que lo que yo pretendía era quedarme con el dinero de las labores apostólicas ¡sí, estáis leyendo bien! Y que pasaban ampliamente de las irregularidades y fraudes que habían cometido conmigo y con la Seguridad Social, aunque paradójicamente las reconocían.
En fin, que claramente el opus dei, sigue mintiendo y actuando como Opus diaboli.
