En su excelente comentario a la famosa carta de Etxebarría de Octubre, Gillaume hace una referencia, como de pasada, a un quirógrafo (¿?) de Pablo VI:
“Hasta los años 60, en que en un quirógrafo, del que sólo se nos informó de su párrafo laudatorio final, Pablo VI les prohibió la dedicación organizada a la política, se dedicaban a crear bancos, conseguir cátedras, poner editoriales, fundar periódicos y revistas, etc. Y, desde entonces, se dedican fundamentalmente a promover colegios para hijos de gente pudiente y algunas universidades, como medio de seguir en contacto con los ámbitos de poder.”
¿Qué el Papa prohibió la Opus la dedicación “organizada” a la Política? ¡¡¡No entiendo nada!!!
Si algo creíamos a pies juntillas, al menos los opusinos de a pie, era que en materias temporales los socios actuábamos con plena libertad y sin ninguna “coordinación” institucional. Así nos lo repetían cienes y cienes de veces. Yo mismo expliqué a amigos y conocidos, porque estaba convencido de ello, que era totalmente falso que hubiera algún tipo de grupo “opus” actuando en política. Que en estas cuestiones cada socio actuaba con plena libertad. Era todo un clásico el ejemplo de Rafael Calvo Serer, perseguido por un Gobierno franquistacon varios Ministros del Opus.
Pero ahora resulta que va el Papa y le prohíbe a Escribá la dedicación organizada del Opus a la Política. Osea… ¡que esa organización existía! De hecho así parece confirmarlo el cambio de táctica, derivando los esfuerzos hacia Colegios y Universidades. La otra opción posible es que “Pablo VI no se enterara”, al fin y al cabo “era un jesuitón”. Pero me resulta difícil pensar en un patinazo así desde Roma, no por la más que improbable infalibilidad papal, sino por la proverbial prudencia Vaticana.
¿También en eso nos tenían engañados?
Te pones a “desnudar” al muñeco del Opus de todas las mentiras que van saliendo a flote en esta Web, y la verdad, lo que queda es un palitroque con una cabeza de cartón piedra en el extremo.
La biografía de Escribá… inventada. La personalidad de Escribá… falseada. La Historia del Opus… manipulada. El Carisma fundacional… copiado y encima reinventado. La praxis en la Institución… oculta a propios y extraños, Iglesia incluida. Las cifras sobre la realidad actual del Opus… amañadas.
¿Qué queda? ¿Qué es VERDAD? ¿No es todo un puro montaje? ¿Con qué fin? ¿Quién lo mantiene? ¿Quién lo controla?
Y Gillaume… un gustazo leerte de nuevo.
Tornasol
