No elegir otra cosa que no sea Opus Dei.- Nicanor
Fecha Wednesday, 11 January 2012
Tema 060. Libertad, coacción, control


El padre Ruiz Retegui refiere las “Estructuras de Pecado”. Probablemente el lector no entienda totalmente la idea del mismo. Veamos, el Opus Dei afirma que “cada uno de sus fieles es totalmente responsable de sus actos personales” por tanto, cada vez que “mete la pata” fue fulano o mengano pero no la Obra. El mismo hecho que exista esta Web y la similitud de las historias demuestran que alrededor del orbe los hijos de Escrivá actúan bajo determinados modos comunes que denuncian la veracidad clarividente de Retegui. Visto al revés: “cada uno de los fieles es invitado a actuar comunitariamente en actos impersonales de modo irresponsable”. Trato de no atribuir responsabilidad porque cuando estuvimos dentro creíamos – como un kamikaze – que hacíamos lo bueno para el otro cuando en realidad le tratábamos de modo injusto.

Quisiera compartir con ustedes dos historias. La primera referida a mi sobrina, atacada en un Colegio de la Obra por decidir hacer la Confirmación en la Parroquia. Atacada por ser “desleal”. Tan “desleal” como un par de supernumerarios de otro de los Colegios del Opus Dei que deciden, en charla con su director de estudios, pasar a otra institución semejante al Opus, el Sodalicio de vida cristiana (fundada por un ex chico de San Rafael), que tiene gran viada en proselitismo de carácter, talento y posición con estudiantes. Mezclando el “ora y labora” el director les prohibió terminantemente pasar al Colegio San Pedro – del Sodalicio – fundamentando que debían fidelidad al espíritu de la Obra.

Se mezcla nuevamente, como diría magistralmente Gervasio ideas y conceptos. La santidad es independiente de la libre elección del fiel de la prelatura o chico de San Rafael en decidir, por tal o cual camino profesional o sede, dónde participar de la formación cristiana necesaria para recibir un sacramento. Es tan usual que el Opus Dei manifieste su celo “materno” (o de Edipo) cuando sus fieles o allegados son atraídos por otras instituciones que imparten también formación cristiana. ¡Qué visión tan cerrada! ¿Se imagina el lector obligado con un “por favor no lo hagas” en negarse a participar de actividades del centro laboral por el hecho que no es dictado u organizado por la Prelatura?

Nicanor
nicanor.wong@gmail.com  







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