El secreto de confesión.- Karel
Fecha Wednesday, 21 December 2011
Tema 010. Testimonios


Nunca estuve en un consejo local, pero una vez terminado el centro de estudios viví en tres ocasiones cosas que eran violaciones del sigilo sacramental o estaban muy cerca.

Primera: atendiendo un club, un chaval se quejó de que el cura era muy duro con él. Así que hablé con el sacerdote porque en ese momento yo hacía cabeza o algo así. No recuerdo sus palabras exactas y sí que trató de contenerse, pero no lo consiguió: a base de indirectas me hizo ver que el tipo me la estaba dando con queso y que ante mí se hacía pasar por un angelito cuando en la confesión sacaba ‘material pesado’. Salí y le metí un rapapolvo al ‘angelito’…

Segunda: el cura del centro -mayor de casa, para más señas- me llamó un día y me dijo: “Fulanito no quiere hacer la fidelidad y estoy convencido de que no está siendo sincero. Tú, que te has llevado siempre bien con él, ¿por qué no hablas con él del tema, a ver si a ti te cuenta lo que realmente le pasa?”.

Tercera, con ese mismo cura. Pasé a preguntarle por un amigo al que yo había llevado por el centro y había charlado a solas con él. Iba en plan ¿qué tal, ha salido contento; han hecho buenas migas; volverá otro día…? Abrió una libretita y me dijo: “Ah, sí, Perengano. Es un poco ‘verde’, ¿verdad? Tengo una simbología y a los que tienen problemas de pureza les pongo una manzana, ¿ves?”. Me quedé helado, porque Perengano no había tenido la iniciativa –qué cosas, ¿no?- de contarme que era un poco verde…

Reconozco que en las ocasiones primera y segunda no tuve la impresión de que se estuviera haciendo nada mal. Con lo del chaval pensé que yo era idiota y un negado como preceptor, que no sabía obtener la sinceridad de un tío de catorce años. Y respecto al que no quería hacer la fidelidad, me pareció lo más normal poner cualquier medio para ayudar a un hermano que seguro estaba ofuscado, pues esa era la única explicación de que quisiera irse.

¿Me pasaba solo a mí que daba por sentado que el contenido de la charla circulaba entre directores tanto como fuese necesario? Por ejemplo, llegabas al curso anual con la vocación en estado de ‘siniestro total’ y el tío con el que hacías la charla asentía mientras le ponías en antecedentes, como si ya le hubieran contado. Y te parecía lo más normal: casi te ahorraba explicaciones…

Seguro que otros se habrían escandalizado en el momento, pero para quienes el catolicismo lo hemos aprendido exclusivamente a través de la Opus, estas cosas no nos parecían tan raras. Cuando en Opuslibros se empezó a sacar el tema de la separación entre dirección espiritual y gobierno, la cuenta de conciencia y otras materias relacionadas, me costaba un carajal hacerme una idea de qué se estaba hablando. Hasta que un día un amigo me explicó cómo se vive en el seminario, por ejemplo, donde se hace el pino para separar al director espiritual de quien toma la decisión de que un candidato es idóneo o no para el sacerdocio. En fin…

Karel









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=19124