Apariencia insignificante y corazón inmenso.- Perladeladriatico
Fecha Friday, 16 December 2011
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Gracias a Simplemente y gracias a Marietta. Mis escritos son solamente humildes opiniones de una persona que intenta ser buen cristiano. Desde que tengo uso de razón y tal como me explicaron como era la Santa Madre Iglesia hasta ahora, a mi edad algo madura ya, han pasado un montón de cosas que, como en todas las familias son en parte menos buenas y en parte buenas. Puedo decir que en este tiempo, jamás Dios ha permitido que perdiera la fe en Él. Me siento próxim@ a Él y a su Madre. Me apoyo en ellos. Sin ellos mi vida no tendría sentido.

He de reconocer que en una época en la que pertenecí al Opus Dei, hará unos 35 años, estuve alejada del Señor, a pesar de que, aparentemente debía estar muy cerca o, al menos, debería haber estado más cerca por estar mucho tiempo haciendo normas. Pero, ya véis, la cantidad de tiempo no es siempre proporcional a la cantidad de afecto ni a la cantidad de amor dado y recibido (al menos así lo viví y así lo percibí, pero no dudo que Dios me seguía dando amor, aunque yo no le correspondiera). Si hubiera seguido en el Opus dei habría perdido todo lo que tenía en mi alma y que no había visto aún, pues no me dejaban ni observarme. Decidí dejar el Opus Dei a causa de un desencadenante, que se produjo cuando un sacerdote cometió conmigo una falta de amor grande, muy grande, inhumana, denunciable a los ojos de Dios y también a los de los hombres. Ahora, con la perspectiva y las vivencias que proporciona el tiempo, me doy cuenta de que si hubiera seguido ahí, actualmente estaría muy lejos de Dios, a años luz. No podía pensar, observar. No podía crecer interiormente. No podía ser crític@. Estaba manipulad@. Estaba coaccionad@. MI Dios no era Dios. Había muchos diosecillos antes que Él. Ídolos a los que servir y adorar. Ídolos basados todos en la materialidad.

Vuelvo a preguntar a la Comisión para la doctrina de la fe:

¿Por qué sólo el Opus dei garantiza la salvación del alma? ¿En base a qué? ¿Cómo se permite esta aberrante mentira? Nadie sino Dios puede garantizar nuestra salvación. ¿No será que la gran codicia del Opus Dei regó con manipulación infinidad de niños inocentes? ¿Cómo curar la admirable ceguera de la Comisión para la Doctrina de la fe, para observar la hipocresía y la formidable bajeza del O.D.? ¿No debería esta Comisión, hacer despertar al O.D. de su sueño torpe y egoísta? Las víctimas y sus familiares gritan a sus eminencias que pongan fin a este gran engaño.

¿Cuánto tiempo más creen que podrán fingir no escuchar?  Seguramente algún día aprenderemos a tratarnos todos los seres humanos como iguales, hijos de un mismo y único Dios. De no ser así, estaríamos aceptando los distintos abusos y genocidios ocurridos a lo largo de la historia como hechos normales. Descubriremos también la grandeza de las víctimas y suplicaremos perdón de rodillas ofreciéndoles compartir algo de lo que el Opus Dei se llevó de sus vidas y de las de sus familias.

Sigo creyendo en que la Iglesia católica, mi Iglesia, en la que he creído toda mi vida, actuará empezando por las diócesis y acabando por la Comisión para la doctrina de la fe. Ustedes, señores de la comisión, hacedores de historia, serían muy hipócritas si olvidasen lo que Jesucristo vino a explicar al mundo y que hizo derrumbar sin atenuantes, sin ningún grado de tolerancia, a grandes masas encendidas. Este HOMBRECITO de apariencia HUMILDE, INSIG- NIFICANTE y de CORAZÓN INMENSO que nacerá el próximo 25. ¿No deberían ustedes seguir sus enseñanzas?

Feliz Navidad
Perladeladriatico









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