Querido Anonymous,
leí con mucho interés tu profundización sobre el tema de la sentencia insatisfactoria del Tribunal Supremo español.
Por ser yo una profana en derecho y leyes, y también por la dificultad que, como extranjera, tengo de leer y comprender adecuadamente el lenguaje técnico de unas cuantas intervenciones, no llego a comprender totalmente toda la cuestión. No obstante creo igualmente que sí vale la pena alegrarse de estas noticias, pues en cualquier caso el Opus Dei ya no logra seguir arreglando sus “trapos sucios en familia”. Cada vez más, gracias también a la existencia de esta web y del trabajo de difusión y comunicación que ha hecho posible, el Opus tiene que enfrentarse con instituciones jurídicas, organismos de información e –inevitablemente- con las opiniones cada vez más documentadas que la gente de la calle puede formarse leyendo estas noticias.
Si no he entendido mal, argumentas que, por una demanda que salió adelante, hay otras que han sido paradas. Ciertamente esto es una injusticia, pero... ¿acaso no hay que alegrarse de que, aunque presionan tan eficazmente a la Agencia de Protección de Datos, esta vez no pudieron ganar? Yo creo que incluso la sentencia en Francia que salió en contra de la numeraria auxiliar que justamente demandaba contra la explotación que actuaron con ella, aunque ella perdió contra cualquier racionalidad, es positiva por llevar a la luz su actuación habitual. No hay que alegrarse porque la nax perdiò su demanda, pero al menos sí de que al final tienen que dar cuenta de sus actuaciones a organismos civiles externos a la organización. Pueden embrollar una o muchas veces, pero al menos se le hace más dificil, y antes o después alguien se dará cuenta de que “el rey está desnudo”.
La gente ya puede darse cuenta de que el Opus Dei no es, como quieren dar a creer, “el mejor sitio para vivir y el mejor sitio para morir”, que en su interior hay problemas gordos, reivindicaciones y tal vez injusticias. Todos sabemos que no siempre un delito puede ser probado y sancionado, pero precisamente por esta razón, a pesar de las sentencias absolutorias, la gente empezará a darse cuenta de que el Opus Dei no es en absoluto una realidad cristalina y diafana dentro del horizonte eclesial. Y yo espero que todo esto permita, a medio o largo plazo pero sin duda alguna vez, limitar y eliminar el daño que hasta ahora la actuación de la Obra ha impedido que se haga justicia.
Un saludo cariñoso para todos,
Elena
