Más sobre Juan Pablo II.- Ana Azanza
Fecha Monday, 05 December 2011
Tema 900. Sin clasificar


Estimados orejas, 

Sobre el tema Juan Pablo II - Opus Dei al que se refiere Austral, yo he encontrado pistas de que ya se conocían antes de 1978 y de que el cardenal de Cracovia era el candidato o uno de los posibles candidatos a papa del Opus Dei en el libro "L'altro Wojtila" de Giancarlo Zizola, publicado en 2003.  

Giancarlo Zizola fallecido recientemente, uno de los inventores del "vaticanismo" como especialidad periodística hablaba nada menos que en el periódico L'Europeo de 7 de octubre de 1977, un año antes, de que Wojtyla era el candidato del Opus Dei, "la potente organización laica española es una de las que sostienen el partido curial", en ese grupo de cardenales más conservadores que deberían de elegir al sucesor de Pablo VI se integraban entre los italianos Oddi, Felice, Palazzini, y entre los alemanes Volk y Hoeffner...



Entonces pasaban por moderados Baggio y Koenig, el arzobispo de Viena. Y estos dos también se habían ya manifestado en el sentido de que no eran adversarios del Opus Dei y que incluso eran favorables a su influencia tanto en España como en Italia, incluso, de la forma más discreta posible, en los países comunistas de la Europa central y oriental. Por primera vez se podría pensar en un papa no italiano debido al número de cardenales no italianos en el Cónclave. El grupo conservador se veía homogéneo mientras que el de los progresistas estaba más dividido. El cardenal Benelli, al que pablo VI concedió el cardenalato justo después de desplazarlo a Florencia, se veía como el árbitro entre las candidaturas de la "restauración" y las reformistas.

 

Todo esto está escrito en un periódico un año antes de que saliera elegido el papa polaco. Wojtila había sido en los años precedentes un huésped asiduo del Centro Romano di Incontri Sacerdotali, creación del Opus Dei en Roma que me imagino sirve para "hacer apostolado" con la curia. Es decir, para captar la benevolencia de las jerarquías eclesiásticas católicas del mundo que pasan por la ciudad eterna.

 

Debe de haber más testimonios periodísticos como este en Italia que es donde más de cerca se sigue lo que pasa en el Vaticano. Lo que se filtró del cónclave en el que salió elegido sorprendentemente para la mayoría el polaco es que fue una solución de compromiso propuesta por el cardenal de Viena, trabajado también convenientemente por el Opus Dei, para darle una salida al impasse en el que parecía estar la votación entre los que apoyaban a Siri, rancio entre los rancios, y Benelli, cardenal que nunca tuvo en estima al Opus Dei. Los había calado debidamente desde sus primeros contactos.

 

Si se rasca un poco en la historia de Polonia por un lado, el catolicismo forma parte de la identidad nacional tendencia todavía más reforzada si cabe por los años de comunismo, y en la biografía de Karol Wojtila, así como en la historia de España y la de Escrivá, no es por nada, pero hay muchos datos que hacen pensar en "Crónica de un encuentro anunciado". Hay muchos puntos en común, una visión del catolicismo muy política, que es el gran vicio del Opus Dei, es también un gran defecto a mi entender en Polonia y en gran parte en España. Traté de ello en mi blog hace tiempo.

 

Mientras grandes imperios vecinos asediaban a Polonia, los poetas polacos veían a su país como "Cristo entre las naciones"

 

En fin, nada más peligroso y menos apropiado para llegar a la sede de Pedro como les gusta decir: una mentalidad de catolicismo nacional. Evidentemente un papa tiene que tener una visión de la iglesia mucho más plural, puesto que así es el cristianismo, millones de seres humanos con fe en Alguien, y esa fe tiene infinitas formas de expresarse que no son ni la española ni la polaca. A parte de que ni España ni Polonia somos países vanguardia de modernidad en casi nada, mucho menos en lo religioso.

 

Yo era una cría cuando murió Juan Pablo I, pero no sé porqué no puedo quitarme de la cabeza quien me dio la noticia. Estábamos en el colegio, antes de empezar las clases y llegó Marina, hija de supernumerarios aunque no muy asidua al club Isaba, yo era más asidua que ella. Yo me hice numeraria y ella se casó con alguien con muchos posibles de Pamplona. A lo que iba: ella fue la que desde la tarima que entonces se estilaba en las aulas nos anunció a las que estábamos allí que el Papa había muerto. Como decía Escrivá, este hecho siempre me ha hecho flotar la "nubecilla de la duda". Pero son cosas mías.

 

Luego recuerdo vagamente historias de "heroísmo" y "fe" de los de Casa que demostraban a los incrédulos monseñores con su afán apostólico con anécdotas como la que tú has contado. Efectivamente a mí también me suena haber oído de numerarias que han pasado por el colegio romano lo de ir por la ciudad hablando a las muchachas a bocajarro para invitarlas a la misa del Papa. Así hacen apostolado, ¡qué miedo! Lo que dices de don Alvaro parece una de sus mitologías particulares.

 

Echo en falta que alguien, mejor un ex numerario, tendría que ser un hombre para que la fuente fuera más directa, que estuviera en esos años en Roma confirme que el Opus Dei estaba enterado de la elección del papa antes. Que fueron los únicos en los que la sorpresa por un hecho tan poco probable fue totalmente fingida. Y que no se hicieron amigos "después" sino "antes".

 

Ana Azanza







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