Septiembre de 1975. Había pasado un verano. Antes, en junio, mi amigo CF me espetó de repente "Se ha muerto el Padre". A mí sólo se me ocurrió pensar en la situación política del país (recuérdese que por esas fechas había gran ebullición)y le conteste: "Pues, ojo, que vienen los grises (policía armada) y nos cierran el Club". Inocente de mí...., je, je. En este testimonio se puede comprobar la "gran profundidad" de mi comprensión de la «Llamada universal a la santificación en el trabajo ordinario» y -aunque chico de sr ya "veteranillo" (un año en el círculo)- se nota que no me enteraba de "na"...

"Pos" bien pasó el verano y al llegar al club, los cofundadores de 15 años (todos numerarios) ya se habían largado -entre ellos mi amigo CF- de adscritos a un centro un poco más "pijo" -considérese que el Club Codaste se encontraba entonces en la C/ Illescas de Aluche, en un piso de ¿...? ¿cincuenta? metros cuadrados, dónde olía a bollo ¡hummm! maravillosamente, ya que debajo teníamos la pastelería Chiky, donde bajábamos a merendar, tostada o cruasán a la plancha, con mantequilla mermelada y café (chocolate, si era fiesta)-.

Pues bien, desaparecido el pelotón de "numes" aquello comenzó a ser una indiscutible cantera de agregados, enseguida pito el primero JJS, que era un cachondo que trabajaba en el banco de Madrid y estudiaba Económicas y Empresariales. Acabó de auditor en el banco (cuando terminó la licenciatura) y en algunos años desapareció de la circulación (creo que se fue, con viento fresco). El pitaje del propio me jorobó un poquito, pues yo estaba en la recámara y pretendía ser el primero -cruz de palo de aluche, ji, ji-.

Habián cambiado los agregados que atendian el Club. A mi me reincorporaron al mismo círculo de sr, que ahora daba CH, un periodista que estudiaba Historia, o un Licenciado en Geografía e Historia que estudiaba periodismo. No me acuerdo. En definitiva un tipo bastante potable del que luego de licenciarme yo, fui colega "profe" en la S.E.T. (sección de estudios de tarde del colegio Retamar). Dirigía todo este cotarro un numerario que vivía en El centro de Cuatro Caminos, 4; JS, que debía ser subdirector del centro. Después se fue a Roma y se ordenó. Pues bien, estando en estas, y en un domingo de retiro espiritual en el Centro de Cuatro Caminos, me enganchó el secretario del consejo local -no estaba JS, ni el director- y me dijo que escribiera la carta. Yo pedí hablar con alguno de los dos anteriores, se me dijo que no estaban y.... "sa'cabo".

El jueves anterior tuve una entrevista con JS en el Club, allí se me planteó, me lo planteó él, mi "segura vocación" (mi amigo CF encomendaba en la distancia, pero salvo en el colegio no lo veía). Se me explicó la existencia de numerarios, agregados y supernumerarios. Yo dije: "Vaya; supernumerario me va de lujo" y JS: "No, no. Tú «agregaitor»". Creo que lo «había visto en la oración».

Continuará

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