Humildad y Autoestima.- Lisa
Fecha Wednesday, 23 November 2011
Tema 060. Libertad, coacción, control


Quería escribir algo sobre este tema porque creo que es la clave del motivo por el que muchas personas siguen perteneciendo al Opus Dei. Creo que la autoestima va muy relacionada con la humildad y son perfectamente compatibles. La humildad es el conocimiento de nuestras limitaciones y la autoestima el conocimiento de nuestras cosas positivas. Al final estas dos virtudes nos las proporciona el conocimiento real de nosotros mismos. Una visión falsa o exagerada de nuestras cosas positivas seria soberbia y una visión falsa o exagerada de nuestras limitaciones seria una falta de autoestima. Esto último (falta de autoestima) es precisamente lo que creo que el opus dei fomenta en sus miembros disfrazado de humildad.

Esta falta de autoestima es esa falsa humildad que al final se convierte en autosabotaje. Hace ya tiempo volví a leer Camino, desde otro punto de vista y me impactó mucho el capitulo de humildad porque en él he visto reflejadas muchas de las ideas falsas que tenia sobre mi misma cuando pertenecía al opus dei. Escribo algunos de los puntos de ese capitulo:

589 Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos.

592 No olvides que eres... el depósito de la basura. —Por eso, si acaso el Jardinero divino echa mano de ti, y te friega y te limpia... y te llena de magníficas flores..., ni el aroma ni el color, que embellecen tu fealdad, han de ponerte orgulloso.
—Humíllate: ¿no sabes que eres el cacharro de los desperdicios?

593 Cuando te veas como eres, ha de parecerte natural que te desprecien.

595 Si te conocieras, te gozarías en el desprecio, y lloraría tu corazón ante la exaltación y la alabanza.

597 Si obraras conforme a los impulsos que sientes en tu corazón y a los que la razón te dicta, estarías de continuo con la boca en tierra, en postración, como un gusano sucio, feo y despreciable... delante de ¡ese Dios!, que tanto te va aguantando.

599 Eres polvo sucio y caído. —Aunque el soplo del Espíritu Santo te levante sobre las cosas todas de la tierra y haga que brille como oro, al reflejar en las alturas con tu miseria los rayos soberanos del Sol de Justicia, no olvides la pobreza de tu condición.
Un instante de soberbia te volvería al suelo, y dejarías de ser luz para ser lodo.

601 ¿Soberbia? —¿Por qué?... Dentro de poco —años, días— serás un montón de carroña hedionda: gusanos, licores malolientes, trapos sucios de la mortaja..., y nadie, en la tierra, se acordará de ti.

605 Padre: ¿cómo puede usted aguantar esta basura? —me dijiste—, luego de una confesión contrita.
 —Callé, pensando que si tu humildad te lleva a sentirte eso —basura: ¡un montón de basura!—, aún podremos hacer de toda tu miseria algo grande.

611 Por soberbia. —Ya te ibas creyendo capaz de todo, tú solo. —Te dejó un instante, y fuiste de cabeza. —Sé humilde y su apoyo extraordinario no te faltará.

612 Ya puedes desechar esos pensamientos de orgullo: eres lo que el pincel en manos del artista. —Y nada más.
 —Dime para qué sirve un pincel, si no deja hacer al pintor.


No creo que la humildad tenga nada que ver con el pesimismo o con sentirse basura o un fracasado o una persona despreciable. Todos tenemos limitaciones, absolutamente todos, y no por eso tenemos que sentirnos incapaces de hacer cosas por nosotros mismos.

Lisa









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