Desde mi tierna infancia y también cuando empecé a tener uso de razón, aprendí que la Santa Iglesia era una institución con unos criterios claros e innegociables para preservar la verdadera doctrina de Jesucristo. A medida que llegaba a mi adolescencia iba madurando esta idea. Conocí al Opus Dei y me explicaron que ellos eran el ÚNICO camino para tener la seguridad de llegar a la VERDAD ETERNA y poderme salvar.

Después de 35 años y con una mochila en la espalda bastante llena de decepciones he podido comprobar en primera persona el gran daño que me ha hecho el Opus, que se ha extendido también a mi familia. ¿Por qué? Porqué me manipularon, abusaron de mi buena fe y me vendieron una sarta de mentiras que ahora, una vez algo digeridas, no cabe en mi cabeza que esta institución permanezca todavía dentro de la Iglesia católica. No entiendo por qué la Congregación para la doctrina de la fe no la ha investigado más pensando en la seguridad de las mentiras con que responde el Opus, y de una vez por todas le pone fin.

He vivido en primera persona, tantas violaciones de mi intimidad, tanta deformación en mi conciencia, tanta manipulación en mi obrar, tantos abusos psicológicos en mi forma de pensar, que humildemente entiendo, según la doctrina de la Iglesia, que no solamente son un pecado, sino también un delito. Al conocer esta web comprobé que mi experiencia no obedecía a un hecho aislado sino que el Opus había hecho, hace y hará, si nadie se lo impide, lo mismo a otras personas. Muy triste tener que vivir esta deformación del cristianismo. Duro tener que reconstruirse lentamente de esta distorsión. Como cristiano de a pie lo vivo con dolor y tristeza.

Siempre he pensado que la verdad es la mejor forma de amar. Recuerdo las palabras que el Papa dirigió a los jóvenes en las JMJ sobre la verdad y tengo en mi corazón un atisbo de esperanza de que el Vaticano intervenga para que no se cometan más abusos. Con tantos testimonios que certificamos estas violaciones; con sus vivencias. Con la falta total de verdad que se vive y se respira dentro del Opus. ¿Qué más hace falta para que se prohíba a esta institución seguir cambiando y suplantando el cristianismo en aras a una mal llamada verdad?

Gracias por todos los testimonios.

Perladeladriatico