Queridos Agustina, Opusleaks;

Mientras esta mañana rezaba las Laudes, meditaba la lectura correspondiente al día de hoy, como sigue:

“Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que lo oyen: No pongáis triste al Espíritu Santo de Dios con que él os ha marcado para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo” (Ef 4, 29-32).

Meditando estas palabras me vino al espíritu que la denuncia pública e unilateral, haciendo públicos documentos de conciencia, no es constructiva ni oportuna, por más que se omitan los nombres de los interesados. Además puede suscitar y exacerbar en nosotros sentimientos de “amargura, de ira, enfados e insultos”, por citar las palabras de San Pablo.

Creo que si alguien tiene conciencia de supuestos abusos graves, lo constructivo es presentar una denuncia ante el dicasterio de la Santa Sede correspondiente, adjuntando los documentos pertinentes. Que juzgue la Iglesia. Ya sé que la denuncia pública es tal vez el camino más transitado en los días que corren, pero creo que no es el camino cristiano. A algunos eso tal vez no les importe, pero a mí me duele.

Rezo por todas y todos, los de dentro y los de fuera. Abrazo grande,

Natxo F.