¿Infalible?.- Ramón
Fecha Wednesday, 16 November 2011
Tema 900. Sin clasificar


Hola amigos,

 

Me parece muy buena aportación la de Ana Azanza sobre la infalibilidad papal, así como la de previa de Giovanna.

 

Es importante saber de dónde viene nuestra forma de pensar y sobre todo la doctrina que "profesamos". No somos conscientes de nuestra forma de pensar o de creer, y así nos va. La aportación de Ana ilumina bastante el funcionamiento de nuestra Iglesia, santa y otras veces MUY pecadora...



La infalibilidad papal, en primer lugar, es un imposible metafísico. No es posible conocer algo absolutamente, sin error. Los físicos y metafísicos esto lo "saben" mucho mejor, pero desde el teorema de Gödel y el principio de indeterminación de Heisemberg nadie puede atribuirse el hablar sin fallar.

 

Podríamos decir, en todo caso, que no se conoce, sino que se cree en algo. Aún así, no tiene sentido que una sola persona, por muy papa que sea, pueda proclamar cosas sin ningún tipo de error, sobre todo en materias controvertidas. Y sobre todo, proclamarlo sobre sí mismo. La iglesia no se equivocará nunca cuando trabaje en defensa de los menos favorecidos, de los pobres y desamparados. Cuando se sale de su misión de llevar esperanza al mundo, cuando se alía con el poder, empieza a patinar y necesita meterse en dogmas y derecho canónico.

 

Como dice Ana, el dogma sobre la infalibilidad papal en temas sobre los que habla Ex Catedra fue una contraposición a la modernidad, un intento fútil de defender su propia autoridad, frente a los aires democratizadores que soplaban en todo el mundo: las revolución Francesa, la de 1848, la Gloriosa en España, en 1870 la Comuna de París... La iglesia no quiso dialogar con la modernidad, sino encastillarse en su magisterio. Es más, por esas fechas, se proclamó, también con una gran polémica, el dogma de la Inmaculada Concepción.

 

Ninguno de ambos dogmas añade nada al núcleo de la Fe (Cristo se encarnó, murió y resucitó por nosotros), y ambos se han usado - como suele suceder a los dogmas - con frecuencia mal. Incluso la infalibilidad, como nos dice Ana, en su día fue herejía. Se deja caer que las encíclicas papales son dogmas, y no es verdad. Independientemente de que algunas puedan ser verdaderos mensajes de esperanza (p.Ej. Populorum Progressio), el papa podrá decir en sus encíclicas lo que le parezca (y así metió la pata con la Humane Vitae), pero no son artículo de Fe. El papa rara vez habla ex cátedra, precisamente porque sabe a pesar de todo de su falibilidad, por muy bien aconsejado que esté. Sin embargo, no se da la misma importancia la colegio episcopal, no se consulta para nada al pueblo de Dios, ni siquiera hoy, en los tiempos de Twitter. Quizás así podríamos manifestar y aconsejar sobre lo que todos creemos.

 

Independientemente de la devoción que podamos tener hacia la Santa Virgen, su imagen y el dogma de la Inmaculada se han empleado para proyectar una imagen femenina sumisa, paciente, entregada, dedicada a su familia... que mantiene a las mujeres en situación de sumisión al patriarcado. Pero la imagen del Evangelio es de una mujer que incluso toma por loco a su hijo, pero luego le sigue hasta el patíbulo cuando todos lo abandonan, junto con otras mujeres que son las únicas que desafían al poder imperial.

 

La iglesia, como dice Ana, se empezó a divorciar de la cultura en ese momento, e incluso de las mujeres como género. Por qué el Vaticano con unos guardan tiempos, plazos y prudencia, y con otros como Hans Kung acuden a uña de caballo, lo saben ellos. Pensemos por qué surgen los dogmas y sobre todo cómo se defienden.

 

Saludos

Ramón







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