Sobre los informes que se están publicando sin datos que identifiquen a la persona de la que se habla, tengo que decir que si ya me parece duro que anden en manos de directores del Opus Dei o en sus ficheros o... mas aún me preocupa que desde fuera alguien tenga acceso a ellos. Mi historia la cuento yo, es mia y no me gustaría verme reflejada en uno de esos informes que se publican por más que nadie pueda reconocerme. Para mí el fin en este caso tampoco justifica los medios.

Un saludo,

Marta

Nota de Agustina.- Querida Marta, quizá no ha quedado claro o yo lo he explicado mal. Los informes no identifican a nadie, tampoco los originales. No es que se yo sepa a quién se refiere un informe y quite el nombre, es que no aparece ningún nombre. Sólo se ha puesto entre paréntesis (...), es decir se suprime, el nombre de una ciudad, de una universidad y muy pocas cosas más pero de este mismo estilo. Como explica Josef Knecht: "El folio del informe no indicaba el nombre del candidato, que se escribía en una octavilla aparte; el folio y la octavilla comenzaban con la misma sigla para que, interrelacionados así esos dos papeles, se supiera de quién se informaba en el folio". No tenemos la octavilla, no tenemos siglas, eso sólo lo tendrá el Opus Dei. Un abrazo. Agustina