Apreciado Canencio,
Aunque Agustina ya añadió una nota a tu mensaje del miércoles: "No más sacrilegios", me siento directamente interpelado por tu petición. Durante mucho tiempo he pensado, como tú, que era mejor que estos escritos no salieran a la luz. Pero, como decía en la introducción de la serie, las últimas acciones de la Prelatura me han hecho cambiar de opinión.
La obra pretende acallar las denuncias que se están lanzando contra sus abusos negando todas las pruebas en su contra (cerrando esta web) y construyendo un discurso falso para intentar "demostrar" que su praxis es conforme a la Iglesia (carta del prelado de octubre). Ante esta táctica me parece que la única respuesta posible es sacar nuevas pruebas que demuestren lo que aquí se ha venido denunciando durante años.
Te aseguro que, si la Prelatura demostrase una voluntad de corregir su praxis y conformarse de verdad a las enseñanzas de la Iglesia, yo sería el primero que defendería que no se hurgase en la herida, de olvidar los errores del pasado. Pero en vez de enmendarse, la Prelatura se arma para una guerra -probablemente, larga y dura.
Puse el ejemplo de los abusos de menores: no porque quiera equiparar los casos, sino porque nos demuestran de manera gráfica una triste lección: encubrir a los abusadores no arregla el problema. Sólo lo alarga y permite que haya más víctimas. Creo que silenciar estos documentos sólo provocará más abusos. Y, en cambio, confió en que, denunciándolos, la Iglesia ponga remedio.
No sé si te habré convencido. Te agradezco que hayas leído mis argumentos y espero que comprendas mis motivaciones.
Y aunque no me guste usar citas del Evangelio que, tal vez, esté usando fuera de lugar, te dejo esta reflexión:
"Si tu hermano peca contra ti, ve y corrígele a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano; pero si no te escucha, toma entonces contigo a uno o dos, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si no quiere escucharlos, dilo a la Iglesia; y si también desoye a la Iglesia, sea para ti como pagano y publicano. (Mt 18, 15-16)." (Fuente)
La negrita es mía.
OpusLeaks
