Quienes hemos sido directores en el Opus Dei sabemos que esos informes de conciencia que aparecen en esta web prueban la traición que hace el Opus Dei a sus miembros, transmitiendo -¡por escrito!- hechos íntimos de la vida de las personas a superiores de la Obra que no tenían ningún derecho a conocer esos hechos confidenciales. La “sinceridad salvaje” que exigen en el Opus Dei es otro más de los mecanismos de manipulación y control de la conciencias que emplea el Opus Dei.

Todo es muy turbio en el asunto del gobierno y la dirección espiritual en la Obra. Desde hace muchos años se sabe. La autoridad de la Iglesia mira para otro lado. No se ha hecho nada, porque abordar este punto gordiano del espíritu de la Obra es desbaratar toda la organización de la institución, que se articula sobre esta confusión. 

Desde aquí pido perdón por el daño que pude hacerle a las personas y a la Iglesia en los no pocos casos en que durante veinte años intervine.

Desconcertado