Querida Agustina,
me entristece mucho ver los informes de conciencia publicados en la Web. Bastante pecado fue comentar los datos de conciencia extraídos a los dirigidos en los consejos locales, bastante sacrilegio fue registrarlos por escrito y difundirlos a instancias superiores y entiendo como un remate satánico el publicitarlos aquí. Nosotros debemos jugar con armas limpias, porque ningún fin justifica que divulguemos lo que es a todas luces un sagrado secreto de las personas que han sido dirigidas espiritualmente con mucha malicia.
Canencio
Nota de Agustina.- Querido Canencio, soy la primera a la que le impresionan esos informes pero eso no impide que sea necesario darlos a conocer. ¿Cómo se puede demostrar que no mentimos? El delito es de quien lo escribió manoseando la dirección espiritual y de quienes lo leyeron, opinaron y decidieron. Y de quien estableció la "costumbre" de redactar informes, y de quien no los prohibió. Un abrazo, Agustina.