El prelado del Opus Dei no es sincero, miente (III).- adrenalina
Fecha Wednesday, 19 October 2011
Tema 110. Aspectos jurídicos


Ya sabemos cuál podría ser esa “intención especial” por la que tantas oraciones y mortificaciones especiales pedía recientemente el Prelado.

 

Ateniéndonos a los hechos, en el origen de la criticada última carta del Prelado, recordemos:

 

      1. Muchas personas del mundo entero denunciaron ante la Santa Sede de Roma al Opus Dei por el modo inmoral e ilegal de llevar su peculiar dirección espiritual.

 

     2. Los directores iban por los centros contando en tertulias que había que pedir por una "intención especialísima del Padre". Los cooperantes de a pié elucubraban cuál pudiera ser esa intención. Los directores más vanidosos dejaban entrever en aquellas tertulias que algo sabían, pero no podían decir nada. Sembraban sospechas sobre la posibilidad de que se estuviera maquinando “un ataque” a la Obra desde altas esferas de la jerarquía, que tendría que ser frenado. Se decía a la gente que rezaran como en los años 50. (Rememorar los años 50 era recordar episodios del Opus Dei que aludían a un intento de dividir las dos secciones de la institución en congregaciones religiosas y poner a Escrivá en su sitio. Si aquello fue así como nos lo contaban, ¡qué pena que no lo hicieran. Hoy en día la Iglesia tendría un problema menos)...



      3. El Papa, tras las oportunas investigaciones y comprobar que lo que se decía era cierto, tomó cartas en el asunto e hizo llamar al Prelado para advertirle de las desviaciones graves de la Prelatura.

 

      4. El Prelado sabía perfectamente que cualquier cambio en la dirección espiritual del Opus Dei supondría echar abajo toda la estructura planeada por San Josemaría, ante lo cual, no es improbable que tuviera pánico.

 

       5. Por las publicaciones externas de esta página web muchísimos cooperantes de la Prelatura supieron de la realidad del asunto.

 

       6. El Prelado hizo caso omiso a las advertencias del Papa. El tratamiento en la página web del Opus Dei de la noticia de la audiencia del Prelado con el Papa en la que hablaron de estos gravísimos temas es patético. Como siempre, con medias verdades, mintiendo.

 

      7. Directores de la Obra fueron convocados a Roma a una convivencia especial en diciembre de 2009, en la que se les anunció la estrategia a seguir: comunicar en charlas especiales a los cooperantes de la Prelatura que las funciones de gobierno y dirección espiritual están separadas, señalándoles que las comunicaciones entre directores de materias íntimas de las personas se hiciera oralmente y no por escrito (como se había hecho hasta entonces, en informes de conciencia secretos, de los que en esta página hay algunos ejemplos reales, para vergüenza y sonrojo de la Prelatura).

 

       8. Parecía que algo cambiaría en el funcionamiento del Opus Dei, pero en la práctica todo siguió igual.

 

        9. En convivencias, cursos anuales, convivencias de consejos locales, etc., se impartieron unas charlas especiales sobre esta “modificación intelectual” que habría de introducirse –se decía- “por la cuestión del asentamiento de la figura jurídica de la Prelatura en la estructura jerárquica de la Iglesia”. De nuevo, vuelta a mentir.

 

       10. En octubre de 2011 aparece la carta del Prelado en la que, como si no hubiera pasado nada, quiere recordar aspectos “que todos sabíamos”. Mentira sobre mentira, a ver si así construye una verdad.

 

Mención especial merece el engaño a los cooperantes de la Prelatura cuando se les informó del novedoso cambio introducido en la figura de los "aspirantes" (ya no deberían utilizar cilicio, ni azotarse con disciplinas, ni muchas cosas más). El cambio consistió en que era imprescindible, en un primer momento, que sus padres "tuvieran noticia de la intención de su hijo de pitar", pero posteriormente el criterio cambió, y empezó a exigirse que los padres dieran su consentimiento expreso. También entonces se explicó con engaño al pueblo llano que el cambio obedecía a la "implantación de la Prelatura", cuando en realidad había detrás un grupo de padres cabreados por la educación de sus hijos, una gran mayoría de ellos supernumerarios del Opus Dei, que veían como una gran barbaridad que sus hijos de 14 años se comprometieran a vivir el celibato como numerarios. Algunos llegaron a amenazar con denuncias al Opus Dei si sus hijos pitaban. Si ya para esas fechas el número de pitajes de numerarios estaba en caída libre, a partir de entonces entraron en números rojos. Como respuesta del Prelado a "las buenas disposiciones" de esos hijos suyos supernumerarios que se oponen a que sus hijos menores piten, estableció que los ex-numerarios ya casados no podrían volver a pitar como supernumerarios hasta pasado muchiiiiiisimo tiempo (durante años se dejó pitar de supernumerarios a antiguos numerarios, y la experiencia no fue muy buena).

 

El engaño del Opus Dei sigue adelante en la Iglesia. Ni el Papa podrá detenerlos. Gracias a Dios, la falta de tripulación y la escasa preparación que tienen está a punto de hundir el barco, aunque se jacten de llevar en la proa un letrero como el del Titanic.

 

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