Charlypitt:
Me parece que te has pasado dos pueblos. Decir que "victima consentida anula cualquier sanción" es una salida de tono. Víctima y consentimiento son un oximoron, no puede haber consentimiento cuando se es víctima. La víctima puede "consentir" ante el que es más fuerte o más mendaz, pero nunca deja de serlo. Lo demás son pamplinas de abusador y de gente que es como ellos. ¿A qué viene decir que si no se hizo algo es por falta de personalidad? Francamente, te has pasado y espero que no vuelvas a soltar idioteces de ese pelo.
Fletcherchristian:
No entiendo porqué compadeces a este papa por los deslices de los "movimientos".
a) Este papa era responsable del Santo Oficio (bueno, congregación para la doctrina de la fe) durante el pontificado del beato JPII, que tanto hizo para ensalzarlos: Opus, Kikos, Legionarios, etc etc. Si no hizo nada es que nada veía o nada había o no quería ver, como ha pasado con los legionarios. Y eso que cuando se trataba de crujirle los huesos a un teólogo díscolo, vaya que se daba prisa...
b) No entiendo a qué te refieres con los "excesos". Los excesos del Opus se conocen desde hace décadas. Igual que los excesos de los Legionarios. ¿o estamos hablando de excesos "teológicos" o "litúrgicos"? Perdona, pero eso ya raya en el integrismo católico tan en boga ahora. Hay excesos mucho más sangrantes que el que cada laico coja la santa Hostia por su cuenta...
c) ¿Te has parado a pensar cuántas veces los "movimientos" tenían más razón que la ortodoxia e intransigencia oficial, cuando estas incluso han sido abiertamente pecadoras? Pablo frente a Pedro y Santiago, San Francisco frente al Papa, Santa Teresa frente a la Inquisición, San Ignacio idem... o sea, que ojo no sean ellos a quienes haya que pedirles perdón. Pobres Pedro Arrupe, Monseñor Romero, Giuliani, Rutilio Grande, etc por los que Roma tiene un Alzheimer galopante.
Atomito:
Me encantan las aportaciones que haces. Creo sinceramente (no es coña) que para purificar la fe hace falta alguien que sea ateo y nos lea la cartilla. Tienes razón: para muchos cristianos sigue siendo necesario el atrezzo de la fe: campanadas, sangre licuada, premoniciones... Si no, mola menos. Claro, luego llega un Josemaría cualquiera, te dice que ha visto y oído y la gente le sigue como pavos. Para mí es mucho más divina la invención de la vacuna de la viruela o de la polio, que la invención de la Inquisición. Y me huele más a santidad la tarea de muchos investigadores que se dejan las pestañas en los laboratorios, buscando la cura de la malaria, la de otros que visten de púrpura. Pero en fin, se conoce que en ese mercado esas acciones no cotizan. Y en lugar de aceptar que todos somos representantes de Cristo en la tierra por el bautismo, decimos que es el Papa, y que para que algo sea del espíritu debe ser raro. Así nos va.
Un abrazo a todos y que Dios os guarde
Ramón
