Renovación total en el Opus Dei.- desconcertado
Fecha Monday, 17 October 2011
Tema 070. Costumbres y Praxis


Si mal no he leído, en la carta larga de octubre de este año, el Prelado introduce novedosos cambios en el Opus Dei que permitirán que entre aire fresco y todo el sistema se adapte a los tiempos. Explica el Padre:

 

  1. En el Opus Dei la potestad de gobierno la tienen los vicarios.
  2. Los que imparten la dirección espiritual en el Opus Dei ya no tendrán funciones de gobierno.
  3. Los directores de los centros no son “gobierno” en el Opus Dei.
  4. Antes se decía que la dirección espiritual en la Obra “la lleva el Opus Dei”, ahora ya no. Ya no es el Opus Dei quien nos dirige institucionalmente, sino la persona que recibe la confidencia. En este punto no sé qué entiendo menos, si lo de antes o lo de ahora.
  5. Podemos confesarnos con total libertad con quien queramos (incluidos sacerdotes no-Opus Dei), sin tener conciencia de estar haciendo algo malo. Introducir esta novedad es realmente un alivio para muchos.
  6. La charla es libre, por tanto se puede elegir con quién hacerla (viva en tu centro o no, sea numerario, agregado o supernumerario o numeraria auxiliar). No queda muy claro si se puede hacer con un cooperador, o con una persona “de la otra sección”.

 ¡El Concilio Vaticano II fue hace cincuenta años. Por fin se incorporan algunas de sus ideas a la Obra!

 

Todo esto significará entonces que, a partir de ahora, los centros de numerarios, en cuanto a los residentes, se van a organizar como si se tratara de pensiones, albergues u hostales en los que los residentes no tendrán que darle cuentas a nadie ni de lo que hacen ni de dónde van o a donde vienen (en todo caso, tendrían que decírselo a los “Directores” (gobierno), que serán los Vicarios), y podrán organizarse con total libertad, sin tener que “rendir cuentas”, más que a los Vicarios (gobierno), de lo que hacen.

 

O quizás signifique lo que dice el Prelado que a partir de ahora en cada centro vivirá un Vicario (sacerdote) que será quien “hace cabeza” (gobierno) pero que nunca, bajo ningún concepto recibirá las confidencias, y el Vicario desempeñará sólo algunas de las antiguas funciones que hacía el Director (antes hacía las dos cosas: gobernaba el centro y llevaba la dirección espiritual de los residentes), tal y como lo entendíamos hasta la publicación de esa carta. A fecha de hoy, al Director de tu centro le cuentas tu vida y milagro, y decide sobre ti hasta si debes o no comprarte una camiseta interior.

 

Puede que también se nos haya querido explicar que los que hasta ahora conocíamos como los “Directores” dejan de serlo, porque en realidad los Vicarios –como son los que realmente mandan- pasan a ser los auténticos Directores. La vieja figura del “director” quedará para los meros receptores de confidencias, sin que estos puedan comunicar nada de lo que oyen a los Vicarios.

 

El Consejo Local de los centros habrá quedado con las funciones de fijar día y hora de la peli del mes que se verá en el centro y encargarse del cuidado material de la casa, y que los residentes estén satisfechos (como los huéspedes de un hotel).

 

Desde que leí la carta de octubre tengo muy presente a D. Ramón García de Haro, a quien oí decir en unas cuantas ocasiones: “¡Qué grande es el Opus Dei y que pequeña nuestra cabeza. Cada vez entiendo menos el Opus Dei!”.

 

Desconcertado









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