Declaración Universal de los Derechos Humanos (5) .- Perladealdriatico
Fecha Monday, 26 September 2011
Tema 010. Testimonios


Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes

Si fuera jurista invertiría mis esfuerzos para sacar el jugo a esta emblemática, salomónica y contundente declaración. Pero como este no es el caso empezaré invitando a recordar (y si hace falta buscar) los escritos testimoniales que solamente en esta web han declarado, anunciado y denunciado, los tratos a menudo más que inhumanos a los que han sido sometidos muchos de sus miembros.

No se trata de recordar por recordar. No se trata de exclamar o exclamarse diciendo: ¡pobres!

No se trata de simples lamentaciones. Tampoco intento atisbar el odio, el rencor ni la falta de perdón. Lo que ha pasado ha pasado. Claro que debemos perdonar y si podemos olvidar, pero hay también que aprender. Al menos para que no se repitan hechos como los que aquí se han narrado...



La calumnia y la difamación simpre las he entendido como verdaderos pecados, y tanto más cuanto no han tenido firme justificación ni comprobación veraz, y en esta web he leído y releído multitud de escritos que denuncian el trato calumniante a muchos de sus miembros por parte del fundador, de bastantes superiores, sacerdotes y numerarios que basándose en una mal entendida y aplicada corrección fraterna han levantado más que murmuraciones.

¿O acaso es HUMANO decir a una persona que no podrá vivir fuera de la Obra. O decirle que nunca podrá formar una familia y, todavía más CRUEL: no podrá porque su vida no se basa en el amor sino en el interés material. ¿Quienes son para aplicar como corrección aquello que menos practican: el amor?

¿Quiénes son para diagnosticar y profetizar sobre la salvación fuera de la Obra? ¿Acaso es la Obra garantía de salvación para alguien si este alguien no se abandona en las manos misericordiosas del Salvador?

¿Quiénes son ellos para IMPONER PENAS a aquellos que, según su ladeado criterio han atentado contra la integridad de otros miembros, quizá porque justamente les pretendían dar amor? ¿Quiénes son para juzgar acerca del pecado que ellos llaman sensual sólo por querer vivir de modo natural la afectividad, la amistad? ¿Quiénes son para tratar de pecadores a sus hermanos? Quizá alguno tuviera una paja en el ojo, pero ¿Y ellos, ya se habían quitado primero la viga de la soberbia, del mal entendido prestigio, de la falta de legalidad de muchas de sus acciones, de la no transparencia en las cuentas, de la atribución de defectos, de la crítica, de la murmuración, de la imposición de penas DEGRADANTES a personas que les han respondido con el amor? Y la gran viga de la mentira, ¿acaso la han abandonado? No estimados lectores. La mentira sigue siendo la gran TORTURA en la Obra. La mentira es usada como arma arrojadiza, siendo llanamente admitida y hasta fomentada e inducida en todos los niveles. Pues, ¿Por qué se les dice a los recién admitidos o pitados: “no digas eso a tu familia”? Sólo Jesucristo puede, mediante el sacramento de la Penitencia a través del sacerdote, imponer penitencias para expiar las culpas y obtener así su divina misericordia.

¿No es CRUEL dejar en el paro a personas que, como no comparten el 100% de su proceder, ya no forman parte de las 100 almas que, de 100 nos interesaban? ¿No es DEGRADANTE el ir y venir de las vocaciones? ¿No es TORTURA lo que realizan con su cuerpo y con el cuerpo de los demás, induciéndolos a utilizar disciplinas? ¿Qué enseñanzas han recibido cuando no saben que el espíritu y el cuerpo forman una santa unión, y que aquél no puede dirigirse libremente a su Creador si éste no está libre de ataduras forzadas? ¿Qué trato dan a la mujer acusándole de modo generalizado de tener una mayor libidinosidad y por ello TRATÁNDOLA físicamente de forma inversamente proporcional a su capacidad de sensualidad, según ellos/as? ¿Acaso esto no es CRUEL Y DEGRADANTE? ¿No es degradante tenerse que esconder de las miradas de unos y otras? En la mirada no está el pecado. La contemplación de la persona, en tanto que creada por Dios, nunca debe ser objeto de pecado. ¿O acaso Dios no nos creó hombre y mujer? La belleza de la creación ¿Por qué la manchan con el hollín de los malos pensamientos preestablecidos? El mismo Jesucristo predicaba a hombres y mujeres. Nunca discriminó a unos u otros. Nunca los segregó. ¿Acaso el hombre y la mujer en el matrimonio no forman una sola carne? Pues, si es así ¿por qué formarse por separado? CRUELDAD esa, salida de mentes retorcidas y malpensantes. La crueldad no es sólo física. La inhumanidad no es solo material. La degradación de la persona acaba en la Obra. con la propia personalidad.

Aves de rapiña carroñeras cuando degradan tanto a la persona que cruelmente arrebatan todo lo que de material encuentran en sus pertenencias o las de sus familiares, de quien ha viajado ya hacia el PADRE DIOS, el único PADRE.

Perladeladriático

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